El rey de España anunció el martes una ronda de consultas el 24 y 25 de octubre para designar un candidato que intente formar gobierno, en último minuto antes de que venza el plazo el 31 del mes tras el cual se deben convocar nuevas elecciones.

La Casa Real indicó en un comunicado que Felipe VI recibirá a los jefes de los partidos, menos de una semana antes de la fecha límite para que se disuelvan las cortes y se llame a los españoles a las terceras legislativas en un año.

El rey determinará “si puede proponer un candidato a la presidencia del Gobierno que cuente con los apoyos necesarios para que el congreso de los diputados le otorgue su confianza”, dijo posteriormente en rueda de prensa la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

El jefe de gobierno saliente, el conservador Mariano Rajoy, ha manifestado su deseo de volver a intentar ser investido, tras dos fracasos a finales agosto y principios de septiembre.

Para tener éxito necesita la abstención de los socialistas (85 escaños), en plena crisis interna que incluso llevó a renunciar el 1 de octubre a su líder Pedro Sánchez tras una revuelta de sectores críticos de la formación.

Sánchez defendió hasta su renuncia el “No” rotundo a un nuevo gobierno del Partido Popular, al que atribuía una política de austeridad sin precedentes y escándalos de corrupción, pero ahora los socialistas del PSOE deben decidir si cambian de postura, en un cónclave que podría realizarse en torno al 23 de octubre, según fuentes del partido.

El Partido Popular (PP) de Rajoy ganó las pasadas elecciones de junio, pero con 137 diputados de los 350 del Congreso quedó lejos de una mayoría para obtener el votos de confianza, aun habiendo contado con el apoyo de los 32 escaños de Ciudadanos.

Si el rey Felipe VI encarga a un candidato formar gobierno “convocaré un pleno” para un voto de confianza, dijo Pastor, al pedir “algo de flexibilidad” a los partidos para lograr una investidura antes de la fecha tope.

El bloqueo político se mantiene en España tras más de nueve meses y dos legislativas, que resultaron en un Parlamento muy fragmentado entre cuatro formaciones, el PP, el PSOE, Podemos y Ciudadanos, incapaces de formar alianzas de gobierno.