El primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orban, anunció el viernes la construcción de una segunda valla para reforzar la construida hace un año en la frontera con Serbia, evocando el riesgo de la llegada de una nueva ola de refugiados.

En la frontera “se construirá una nueva línea de valla y estará dotada del equipamiento técnico más moderno“, declaró a la radio pública.

“Se están haciendo estudios técnicos” para “un sistema de defensa más robusto” a lo largo de la actual valla que recorre los 175 kilómetros de la frontera serbohúngara, precisó.

Orban anunció recientemente el reclutamiento de 3.000 policías para apoyar a los 3.500 miembros de las fuerzas del orden actualmente encargados de vigilar la frontera.

“La frontera no puede estar protegida con flores y peluches”, ironizó. Debe estar protegida “con policía, soldados y armas”.

Según el responsable húngaro, las nuevas medidas están encaminadas a hacer frente a los “centenares de miles” de refugiados que podrían tratar de entrar en Hungría si el acuerdo de marzo entre la UE y Turquía para contener el flujo de migrantes es suspendido, tal y como amenaza Ankara.