España está indagando más de 700 denuncias sobre presuntos “secuestros virtuales exprés”, por medio de llamadas telefónicas que se realizan desde cárceles chilenas, donde fingen el secuestro de un familiar.

De acuerdo una investigación publicada por El País de España, la Policía Nacional de ese país ha recibido más de 700 denuncias desde ciudades como Madrid, Zaragoza o Valencia, donde aseguran que son víctimas de los denominados “secuestros virtuales exprés”.

El reportaje describe que en las llamadas realizadas desde Chile, los reos fingen secuestrar a un pariente y exigen para su liberación una suma de al menos 10 mil euros, la que tras la negociación no supera los 1.000 euros.

En la conversación telefónica, los falsos raptores también piden que no se avise a las autoridades pertinentes, así como también realizan un seguimiento en redes sociales de las posibles víctimas -para obtener datos de ellos- e incluso llegan a imitar la voz de la persona que ha sido “secuestrada virtualmente”.

Además, durante la conversación, los internos intentan persuadir -mediante amenazas- a las personas de que acudan a algún cajero y les transfieran el dinero (que generalmente es entre 500 a 1.000 euros), a través de Wester Union u otra empresa.

Según la investigación que llevan a cabo las autoridades ibéricas, todas las llamadas que se han denunciado fueron efectuadas desde Colina II y Santiago I, por lo que representantes de la Policía Nacional de España viajaron la semana pasada Chile y se reunieron con la Policía de Investigaciones (PDI) y la Fiscalía de Chacabuco.

Los antecedentes de España también señalan que las llamadas desde cárceles chilenas comenzaron en enero de 2015 y que pese a las más de 700 denuncias desde entonces, sólo 35 personas han caído en estos falsos secuestros, por lo que el botín total para los reos chilenos es de aproximadamente 32.000 euros (casi 23 millones de pesos).