Los sublevados muertos durante el intento de golpe de Estado en Turquía serán privados de ceremonias religiosas, anunció este martes la Agencia de Asuntos Religiosos (DIYANET), la más alta autoridad islámica del país.

“El servicio religioso no será brindado” a las personas muertas en las filas rebeldes, anunció la DIYANET en un comunicado.

“Estas personas, por sus actos, no sólo han pisoteado los derechos de individuos, sino de todo un pueblo, por lo tanto no merecen las (…) plegarias”, agregó.

El ejército brindó el sábado una cifra de 104 amotinados muertos durante el intento de golpe de Estado, la que no ha sido actualizada desde entonces.

Por su parte, el gobierno revisó dos veces al alza el balance de civiles y miembros de las fuerzas de seguridad muertos en las filas leales, provisionalmente establecido en 204 personas.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan participó el domingo en varias ceremonias fúnebres de estas víctimas, oficialmente calificados de “mártires”.