El parlamento alemán constituirá este jueves una comisión de investigación sobre el escándalo de las emisiones contaminantes de Volkswagen para determinar las responsabilidades del gobierno alemán en el caso.

La comisión, impulsada por la oposición pero que cuenta con diputados de la coalición en el poder, examinará las actuaciones del gobierno alemán desde 2007, dirigido por la canciller Ángela Merkel, en relación a los constructores automovilísticos que superaron el límite autorizado de emisiones contaminantes.

“Queremos saber por qué el gobierno cerró los ojos tanto tiempo cuando existían numerosos indicios de que los coches no respetaban los límites autorizados en la carretera”, explicó Herbert Behrens (Linke, extrema izquierda), presidente de la comisión.

Esta comisión se crea después del escándalo que estalló en septiembre cuando el gigante europeo del automóvil Volkswagen tuvo que reconocer que había manipulado los motores de 11 millones de vehículos diésel para superar los tests de contaminación.