Los ministros de Relaciones Exteriores alemán y francés llamaron a reforzar la integración “política” en Europa como respuesta a la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), en un documento común publicado el lunes en Berlín.

“Vamos a hacer nuevos avances en dirección a una (mayor) unión política en Europa e invitamos a los demás Estados europeos a unirse a nosotros en esta empresa”, escriben Frank-Walter Steinmeier y Jean-Marc Ayrault en un documento en alemán publicado en la página web del ministerio alemán.

Los responsables de Exteriores de ambos países fundadores y piezas centrales de la UE señalaron asimismo que “Alemania y Francia tienen la responsabilidad de fortalecer la solidaridad y la cohesión dentro de la Unión Europea”.

Admitiendo que existen distintos “niveles de ambición” sobre el grado de integración de los países de la UE y que por tanto puede haber una Europa a varias velocidades, los ministros apuestan por una mayor integración en materia de seguridad, una política de asilo europea y una convergencia económico-presupuestaria reforzada en la zona euro, evocando incluso un presupuesto común de la Unión monetaria.

Pese a ello, la cancillería alemana relativizó inmediatamente sobre el alcance del documento, subrayando que se trataba de una “reflexión” de los ministros que no comprometía a Angela Merkel.

Tras el Brexit, esta última se había pronunciado en sentido opuesto, llamando a la paciencia y la contención.

En el documento, llamado “Una Europa fuerte en un mundo de inseguridad”, los responsables de Exteriores también reclaman una “agenda securitaria europea” frente a las amenazas “internas y exteriores” y apuestan por la creación de una “agencia europea de asilo” y por que la “UE funde el primer sistema multinacional del mundo de guardias fronterizos y guardacostas”.

En el plano económico, piden “ajustes” para satisfacer a los países opuestos a la política de austeridad, y proponen un presupuesto propio de la zona euro, así como un Fondo Monetario Europeo.

Los jefes de la diplomacia de París y Berlín discutieron estas propuestas el lunes en Praga con sus homólogos del grupo de Visegrad, formado por Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia), que mostraron ciertas reservas al respecto.

Hay partes del documento, “por ejemplo, el pasaje sobre (la creación de) un parlamento de la zona euro, que suscita preocupación de nuestro lado”, afirmó el ministro de exteriores checo, Lubomir Zaoralek.