El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido que su país está involucrado en un “conflicto armado” formal contra los cárteles de la droga y que los miembros de dichos grupos son “combatientes ilegales”, declaró su Administración en un aviso confidencial al Congreso visto por los medios locales.
El mensaje fue enviado esta semana a varios comités del Congreso. La misiva da una justificación legal de por qué deberían considerarse acciones legítimas y no asesinatos los tres ataques militares estadounidenses que el mandatario ordenó contra embarcaciones en el mar del Caribe el mes pasado, que dejaron 17 muertos.
Dichas naves menores eran presuntamente precedentes de Venezuela, según el propio jefe de la Casa Blanca.
Según especialistas legales consultados por The New York Times, la decisión de Trump de considerar formalmente su campaña contra los carteles como un conflicto armado activo significa que está consolidando su derecho a los poderes extraordinarios en tiempos de guerra.
“Si bien naciones extranjeras aliadas han realizado esfuerzos significativos para combatir a estas organizaciones, sufriendo pérdidas significativas de vidas, estos grupos ahora son transnacionales y llevan a cabo ataques constantes en todo el hemisferio occidental como cárteles organizados”, señala el memorando que declara “combatientes ilegales” a los miembros de estos grupos criminales.
“Por lo tanto, el presidente determinó que estos cárteles son grupos armados no estatales, los designó como organizaciones terroristas y determinó que sus acciones constituyen un ataque armado contra Estados Unidos”, asevera, según recoge Associated Press (AP).
“Con base en los efectos acumulativos de estos actos hostiles contra los ciudadanos e intereses de Estados Unidos y naciones extranjeras amigas, el presidente determinó que Estados Unidos se encuentra en un conflicto armado no internacional con estas organizaciones terroristas designadas“, resalta.
Tensión entre EEUU y Venezuela: Trump contra cárteles de drogas
El conocimiento de esta declaratoria se da en medio de la creciente tensión entre EEUU y el régimen de Venezuela liderado por Nicolás Maduro.
Desde a mediados de agosto Washington ha desplegado en el mar del Caribe al menos ocho buques de guerra en la región y un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, así como más de 4.500 soldados. Esto, como parte de una operación para combatir al narcotráfico, según Trump y su Administración. También ha enviado cazas de última generación F-35B a Puerto Rico.
El Gobierno de Trump acusa a Maduro de liderar el denominado Cartel de los Soles, declarado por EEUU como una organización terrorista presuntamente ligada al narcotráfico. Caracas ha rechazado las acusaciones, denunciando “amenazas” y “acoso militar” por parte de la Casa Blanca.
El pasado 30 de septiembre, el jefe de la Casa Blanca no descartó atacar por tierra territorio venezolano para combatir a las organizaciones criminales y narcotraficantes.
“Veremos qué pasa con Venezuela. (…) Golpeamos varios botes, y desde que hicimos eso no tenemos absolutamente ninguna droga entrando a nuestro país por vía acuática, porque era letal. Y ahora vamos a mirar a los cárteles. Vamos a mirar muy seriamente a los carteles que vienen por tierra“, dijo Trump a la prensa de camino a la inusual reunión con cientos de generales.
En tanto, Maduro firmó esta semana un decreto de “Conmoción externa” ante las que denuncia como “amenazas” de EE.UU, que “se activaría de manera inmediata” en caso de “cualquier tipo de agresión” contra el país caribeño.