Erika Kirk, viuda del activista político Charlie Kirk, señaló el domingo que perdona al presunto asesino de su esposo, afirmando que su misión fue la de “salvar a hombres jóvenes, justo como el que le quitó la vida”.
“Lo perdono porque es lo que hizo Cristo. La respuesta al odio es no odiar”, mencionó la mujer, según detalla Sky News, el domingo en una multitudinaria despedida en el Estadio State Farm de Arizona.
Durante su alocución, Erika dijo que los médicos le aseguraron que Kirk no sufrió dolor por el disparo ya que su muerte fue instantánea.
La mujer, quien fue nombrada nueva directora Turning Point, la organización que su esposo fundó en 2012, dijo ante unas 73 mil personas que “hará lo posible” por seguir expandiendo “la misión” de Charlie.
En tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también realizó un discurso, instancia en la que dijo que el asesinato de Charlie Kirk fue un “terrible atentado” contra todo el país.
“Fue un atentado contra nuestras libertades más sagradas y nuestros derechos fundamentales, otorgados por Dios. El arma estaba apuntada contra él, pero la bala iba dirigida contra todos nosotros, contra cada uno de nosotros”, expresó.
A su vez, confirmó que le otorgará de manera póstuma la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor civil que se entrega en EEUU, en una ceremonia en Washington.
Kirk, de 31 años, fue asesinado el pasado 10 de septiembre de un disparo en el cuello mientras realizaba una presentación en una universidad de Utah.
Un día después fue detenido Tyler Robinson, un joven de 22 años sobre quien la fiscalía del estado de Utah ya notificó que pedirá la pena de muerte.
En total se le imputan siete cargos, entre los que se incluye uno por asesinato agravado, dos por obstrucción a la justicia y dos por manipulación de un testigo.
Beau Mason, comisionado del Departamento de Seguridad Pública de Utah, dijo tras el asesinato que Robinson pudo acceder fácilmente a la azotea de un edificio de la universidad aprovechando que “tenía pasillos abiertos y carecía de puertas cerradas”.
Tras realizar el fatal disparo, “pudo saltar desde la azotea a una zona de césped y salir por el estacionamiento” para así escapar del lugar.