Autoridades mundiales mostraron preocupación y rechazo por los disturbios protagonizados por los manifestantes pro-Trump en el Capitolio de Estados Unidos.

“Estoy siguiendo con gran preocupación lo que está sucediendo en Washington. La violencia es incompatible con el ejercicio de los derechos políticos y las libertades democráticas. Confío en la solidez y fortaleza de las instituciones de Estados Unidos”, escribió el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en las redes sociales.

“Los actos violentos en contra de las instituciones estadounidense son un grave ataque contra la democracia. Los condeno. La voluntad y el voto de la población norteamericana debe ser respetado”, publicó en twitter Jean-Yves Le Drian, ministro francés de Exteriores.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, también opinó en la red social, comentando que los disturbios eran “escenas vergonzosas en el Congreso de Estados Unidos. EEUU defiende la democracia en todo el mundo y ahora es vital que haya una transferencia de poder pacífica y ordenada”.

Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia, publicó que “Las escenas del Capitolio son absolutamente horribles. Solidaridad con quienes están del lado de la democracia y el traspaso pacífico y constitucional del poder. Vergüenza para quienes han incitado este ataque a la democracia”.

El primer ministro de Holanda hizo un llamado más personal al presidente saliente de los Estados Unidos. “Horribles imágenes de Washington D.C. Querido @realDonaldTrump, reconozca a @JoeBiden como presidente hoy”, twitteó.

Los seguidores del presidente Donald Trump irrumpieron en la Cámara Baja estadounidense, que había sido evacuada, y protagonizaron un enfrentamiento con los agentes de seguridad del Capitolio, que desenfundaron sus armas.

La concentración reunió a decenas de miles de personas, quienes comenzaron la jornada en el parque cercano a la Casa Blanca antes de dirigirse al Congreso, reunido para certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre, un triunfo que no es aceptado por Trump.

Los manifestantes rompieron ventanas y abrieron puertas a la fuerza hasta superar a la Policía del Capitolio, que asegura las instalaciones del Legislativo.