Las Fuerzas Especiales de Estados Unidos liberaron a un ciudadano estadounidense en el norte de Nigeria, anunció el Pentágono este sábado, unos días después de que hubiese sido secuestrado por hombres armados en el sur del vecino Níger y aparentemente llevado al otro lado de la frontera.

“Las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo una operación de liberación de rehenes temprano el 31 de octubre en el norte de Nigeria, para recuperar a un ciudadano estadounidense secuestrado por un grupo de hombres armados”, dijo el portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, en un comunicado de prensa.

El ministro nigerino de Defensa, Issoufou Katambé, había anunciado con anterioridad la liberación de este rehén, identificado como Philip Walton.

Ni los nigerinos ni los estadounidenses indicaron quién estaba detrás de este secuestro.

Se trata de una “gran victoria para nuestras Fuerzas Especiales”, tuiteó el presidente estadounidense, Donald Trump, que luchará el martes por un segundo mandato, y prometió “próximos detalles”.

La operación fue llevada a cabo por soldados que se encuentran entre “nuestros combatientes más valientes y más hábiles”, celebró el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.

“Nunca abandonaremos a un estadounidense retenido como rehén”, añadió Pompeo, precisando que Philip Walton, quien ya está bajo el cuidado del Departamento de Estado, se reencontraría pronto con su familia.

Walton, quien residía en Massalata, pueblo situado a unos kilómetros de la frontera nigeriana, fue secuestrado el lunes por la noche por hombres armados que buscaban dinero, según declaraciones de su padre Bruce Walton, instalado en Níger desde hace cerca de 30 años.

Sus raptores, que volvieron a partir en dirección a Nigeria, habían contactado después con el padre para pedir “un rescate”, según Ibrahim Abba Lélé, prefecto de Birni Nkonni, cerca de Massalata, sin precisar la cantidad reclamada.

Bases estadounidenses

Los estadounidenses disponen de dos bases de drones en Agadez y Dirkou, en el norte de Níger. Sus aparatos sobrevuelan el Sahel en permanencia y aportan un importante apoyo a la fuerza francesa antiyihadista Barkhane.

En octubre de 2017, cuatro soldados estadounidenses de las Fuerzas Especiales y cinco militares nigerinos murieron en una emboscada en Tongo Tongo, cerca de Malí, en el suroeste de Níger, cuando Estados Unidos no disponía oficialmente de tropas en operaciones terrestres.

Este ataque fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS).

La región del Sahel es a menudo escenario de secuestros de occidentales por parte de grupos yihadistas

El 8 de octubre, en Malí, la francesa Sophie Pétronin y dos rehenes italianos, uno de los cuales fue secuestrado en Níger, fueron liberados, pero varios siguen retenidos en el Sahel.

Entre ellos, figura el cooperante estadounidense Jeffery Woodke, raptado en Níger en octubre de 2016, en Abalak, a unos 200 km al norte de Birni Nkonni.

Sin embargo, la zona en la que Philip Walto fue secuestrado está lejos del radio de acción habitual de los grupos yihadistas. Es una zona de contrabando y de criminales activos, debido a la permeable frontera entre Níger y Nigeria.

En agosto, seis trabajadores humanitarios franceses y dos nigerinos fueron asesinados a 60 km al oeste de Niamey, en la reserva natural de Kouré, en un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).

En Níger, país del Sahel muy pobre, es presa de recurrentes ataques yihadistas, que han dejado cientos de muertos.