Manifestantes incendiaron la noche del jueves una comisaría de policía en Minneapolis en la tercera noche de protestas por el asesinato de un hombre afroamericano tras ser arrestado.

Miles de personas presenciaron el incendio en la zona norte de la ciudad, después de que algunos derribaran las barreras que protegían el edificio y rompieran las ventanas.

Protestas en Comisaría | Stephen Maturen | Getty Images | AFP
Protestas en Comisaría | Stephen Maturen | Getty Images | AFP

Los policías de la comisaría habían salido antes del incendio, según las autoridades. “Poco después de las 10:00 horas, en interés de la seguridad de nuestro personal, la policía de Minneapolis evacuó la comisaría de policía”, informó el cuerpo en un comunicado de prensa.

Autoridades en Estados Unidos decidieron el jueves enviar refuerzos a Minneapolis para contener la violencia después de dos días de enfrentamientos entre la policía y manifestantes.

La muerte el lunes de George Floyd generó indignación luego de una serie de crímenes policiales contra la comunidad afroestadounidense.

Pero tras los saqueos y la quema de tiendas en la noche del miércoles, los funcionarios estatales advirtieron que no tolerarían más desmanes, al tiempo que aseguraron que se está investigando el caso.

Incendio en Comisaría | Scott Olson | Getty Images | AFP
Incendio en Comisaría | Scott Olson | Getty Images | AFP

El gobernador del estado de Minnesota firmó un decreto para autorizar la intervención de la guardia nacional y el envío de 200 policías estatales y helicópteros.

“La muerte de George Floyd debe generar justicia y reformas fundamentales, no más muertes y destrucción”, dijo el gobernador Tim Walz en un comunicado, mientras se esperaban más protestas.

El afroestadounidense de 46 años murió el lunes por la noche justo después de ser detenido por la policía, que sospechaba que había querido falsificar un billete de 20 dólares.

Durante la intervención, un oficial lo mantuvo en el suelo presionando su rodilla sobre su cuello durante varios minutos. “Ya no puedo respirar”, se le escucha decir a Floyd en un video que se volvió viral. Tras quedar inmóvil, el hombre fue trasladado a un hospital, donde declararon su muerte.

El presidente Donald Trump “se indignó cuando vio el video” de este drama “atroz y trágico”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.

“Tomó su teléfono de inmediato” para asegurarse de que la investigación del FBI (policial federal) sea rápida, dijo. “Quiere que se haga justicia”.

Los cuatro agentes involucrados fueron despedidos y las autoridades locales y federales están investigando el caso. Pero aún no se han presentado cargos, lo que alimenta la ira y la frustración.

“La vida de los negros importa”

“Estos policías deben ser arrestados de inmediato”, dijo Philonise Floyd en CNN, exigiendo entre sollozos la pena de muerte para los responsables de la muerte de su hermano.

“La gente está cansada de ver morir hombres negros, constantemente, una y otra vez”, agregó. “Me gustaría que los (manifestantes) fueran pacíficos, pero no puedo obligarlos, es difícil”.

La Alta Comisionada de ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó a Estados Unidos a tomar “medidas serias” y “garantizar que se haga justicia” tras “este último de una serie de asesinatos de afroamericanos desarmados, cometidos por policías estadounidenses”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, órgano de la OEA, condenó la muerte “debido al uso excesivo de la fuerza por parte de la policía”. Y, en una serie de tuits, citó estadísticas que indican que los afrodescendientes en Estados Unidos tienen tres veces más probabilidades de ser asesinados que los blancos.

El caso recuerda el caso de Eric Garner, un hombre afroamericano que murió en 2014 en Nueva York después de ser asfixiado durante su arresto por un policía blanco. Garner también había dicho “no puedo respirar”, una frase que se ha convertido en un grito de guerra del movimiento ‘Black Lives Matter’ (La vida de los negros importa).

Minnesota también estuvo marcada por la muerte en 2016 de un automovilista afroamericano, Philando Castile, asesinado a tiros durante un control policial ante los ojos de su compañera y una niña.

“Déficit de esperanza”

El jefe de policía de Minneapolis, Medaria Arradondo, admitió el jueves que hay un “déficit de esperanza” en su ciudad y que su departamento había contribuido a eso.

Si bien aseguró el respeto del derecho de los residentes a demostrar y expresar su dolor, agregó que “no autorizaría ningún acto criminal” que pueda agravar el trauma de la población.

Dos manifestaciones tuvieron lugar en calma el miércoles por la tarde, pero hubo desbordes durante la noche cerca de la comisaría donde trabajaban los agentes implicados en el drama.

Treinta comercios fueron saqueados o incendiados y la policía tuvo que disparar gases lacrimógenos para evitar que los manifestantes cruzaran las vallas de la comisaría.

Un hombre murió después de recibir un disparo cerca de las protestas y un sospechoso fue arrestado.

“Frustración extrema”

Los reverendos Jesse Jackson y Al Sharpton, emblemáticas figuras en la lucha por los derechos civiles, viajaron a Minneapolis el jueves para rendir homenaje a Floyd.

El primero convocó protestas en todo el país.

Tras manifestaciones violentas en Los Ángeles el miércoles, varios cientos de personas protestaron el jueves en Union Square en Nueva York; al menos cinco fueron arrestados por la policía.

Activistas prevén una manifestación el viernes en el centro de Washington DC, cerca de la Casa Blanca.

Ilhan Omar, que representa a Minneapolis en el Congreso, llamó a la calma, pero advirtió que hay una “frustración extrema” y que “la ira sigue bullendo porque aún no se ha hecho justicia”.

La amenaza de Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reprochó a través de su Twitter los incidentes que suceden en la zona y señaló: “No puedo retroceder y ver que esto suceda en una gran ciudad estadounidense, Minneapolis. Una falta total de liderazgo. O el muy débil alcalde de izquierda radical, Jacob Frey, actúa en conjunto y controla la ciudad, o enviaré a la Guardia Nacional y haré el trabajo bien…”.

“Estos matones están deshonrando la memoria de George Floyd, y no dejaré que eso suceda. Acabo de hablar con el gobernador Tim Walz y le dije que el ejército está con él todo el tiempo. Cualquier dificultad y asumiremos el control pero, cuando comience el saqueo, comenzará el tiroteo. ¡Gracias!”, sostuvo.