En 24 horas, se registraron 1.480 muertes este viernes, la cifra diaria más alta jamás registrada en un solo país.

El virus ya ha matado a más de 7.406 personas en Estados Unidos y la Casa Blanca espera que mate entre 100.000 y 240.000 personas en el país.

En Nueva York, los transeúntes llevaban máscaras el viernes, a veces hechas a mano, bufandas o pañuelos, luego de que el alcalde Bill de Blasio instara a cubrirse el rostro para contener la propagación del virus.

Los científicos del gobierno de Trump ahora creen que el nuevo coronavirus probablemente se transmita por las personas cuando hablan y respiran, no solo cuando tosen o estornudan.

El propio Trump aconsejó protegerse el rostro, aunque aclaró que él no lo hará. “Elijo no hacerlo. Es solo una recomendación”, sostuvo.

Pero este brutal cambio de las autoridades, que habían pasado semanas disuadiendo al público de usarlas, desanimó a otros.

Casi todos los neoyorquinos salen a la calle con el rostro cubierto.

Mitch Cassel, un oftalmólogo de 64 años que trabaja en el Rockefeller Center, se puso por primera vez una máscara de pintor de paredes para salir a hacer mandados. “La salud es riqueza ahora”, dijo a la AFP en la fila de un almacén.