Nueva York y Los Ángeles restringieron el funcionamiento de bares y restaurantes, en tanto escuelas y museos han cerrado en todo Estados Unidos, donde la rápida propagación del coronavirus dejaba caso 70 muertos.

Como en el resto del mundo, la pandemia ha trastocado la vida cotidiana de millones de personas y el nerviosismo de muchos ha vaciado los anaqueles de supermercados y farmacias.

La Fed anunció medidas de emergencia para mantener la confianza en el sector financiero, incluyendo el recorte a cero de su tasa de referencia.

En una de las medidas más drásticas en suelo estadounidense, Puerto Rico impuso un toque de queda nocturno, y cerró centros comerciales, cines, gimnasios y bares.

El presidente Donald Trump intentó inyectar optimismo en una rueda de prensa el domingo y llamó a los estadounidense a dejar de hacer compras nerviosas. “Relájense. Vamos muy bien. Esto pasará”, dijo.

Pero Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, lanzó una escueta advertencia: “Lo peor está por venir”, dijo. “Estamos en un punto muy, muy crítico ahora”.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que los restaurantes y bares de la ciudad que nunca duerme estarán restringidos a tomar órdenes para llevar o de reparto, y las discotecas, teatros y salas de concierto deben cerrar desde el martes.

“Nuestra ciudad enfrenta una amenaza sin precedentes y debemos responder con una mentalidad de guerra”, dijo de Blasio en un comunicado.

En esa misma línea, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron que las concentraciones de 50 o más personas sean canceladas o aplazadas, exceptuando las actividades educativas y empresariales diarias.

“No es un chiste”

A medida que más estados imponen cierres, el gobernador del estado de Illinois, que alberga la ciudad de Chicago, anunció que todos los bares y restaurantes cerrarán hasta el 30 de marzo.

“El tiempo para la persuasión y los llamados públicos se acabó. Esto no es un chiste. Nadie es inmune a esto”, dijo el gobernador J.B. Pritzker en rueda de prensa.

Los Ángeles también cerrará bares, restaurantes y discotecas por al menos dos semanas, mientras que el gobernador de California, Gavin Newsom, llamó a los mayores de 65 años a mantenerse en sus hogares.

Varios casinos y hoteles de Las Vegas cerrarán sus puertas y la muy turística Nueva Orleans ordenó una reducción de la capacidad de bares y discos.

Los aeropuertos en Estados Unidos han recibido una avalancha de pasajeros estadounidenses desde que entraron en vigencia restricciones de viaje desde varios países europeos, una medida que el martes se extenderá a Reino Unido e Irlanda.

El fin de semana viajeros frustrados se quejaron de largas filas y condiciones insalubres mientras las autoridades implementaron controles médicos para detectar síntomas del virus.

Las aerolíneas estadounidenses anunciaron recortes drásticos en sus planes de vuelo a partir del lunes.

American Airlines anunció planes para reducir su capacidad de vuelos internacionales en 75% hasta inicios de mayo y United espera un recorte de 50% entre abril y mayo.

En Estados Unidos, 69 personas han muerto y más de 3.700 han sido infectadas hasta el moemnto, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins.

Luego de problemas de acceso masivo a las pruebas de coronavirus, el vicepresidente Mike Pence dijo el domingo que ésas ya están disponibles de forma gratuita en todos el país.