Boy Scouts of America, una de las mayores organizaciones juveniles de Estados Unidos, se enfrenta a cientos de demandas por abuso sexual por parte de sus afiliados y a una reducción drástica del número de asociados.

Boy Scouts of America (BSA) tiene 2,2 millones de miembros de entre 5 y 21 años. Según un documento judicial presentado este martes, la organización estadounidense se ha declarado en bancarrota.

Con este paso, quedan suspendidos todos los litigios civiles contra BSA que afectan a miles de presuntas víctimas de abusos sexuales.

La organización aseguró que el anuncio de la quiebra le permitirá seguir funcionado a fin de crear un fondo de compensación para las víctimas de abusos sexuales. BSA se enfrenta a cientos de demandas de este tipo por parte de sus afiliados y a una reducción drástica del número de asociados.

Más de 12.000 de sus miembros han sido víctimas de abuso desde 1944, d
ijo el año pasado el abogado Jeff Andreson, quien agregó que dentro de la organización había más de 7.800 abusadores.

La existencia de esos datos figura en lo que dio en llamarse “archivos de perversión” se conoció por primera vez en un caso judicial de 2012.

Asimismo, la organización admitió que su respuesta al escándalo ha sido “claramente insuficiente, inapropiada o equivocada”, en tanto inició que había revisado su forma de proceder para proteger a sus miembros.

“La BSA tiene hoy algunas de las políticas de protección juvenil más sólidas con el asesoramiento de expertos que puedan encontrarse en cualquier organización que sirve a los jóvenes,
incluida un capacitación obligatoria de protección juvenil y verificación de antecedentes para todos los voluntarios y el personal”, dijo la organización en su comunicado de este martes.

El pasado 8 de febrero, Boy Scouts of America celebró el 110 aniversario de su constitución y, al presentar sus cuentas, aseguró que contaba con un pasivo de entre 100 y 500 millones de dólares estadounidenses y que sus activos no llegaban a los 50.000 dólares.