Los demócratas que controlan la Cámara de Representantes en Estados Unidos anunciaron este martes que imputarán al presidente Donald Trump con los cargos de abuso de poder y de obstrucción a la justicia, que ahora deben ser votados por el pleno, como parte del juicio político.

Si la Cámara de Representantes vota a favor de destituir a Trump, el mandatario se convertiría en el tercer presidente estadounidense en ser sometido a un juicio político, pero es improbable que éste prospere en el Senado, controlado por sus aliados republicanos y donde son necesarios dos tercios de los votos.

“Cuando el presidente traiciona la confianza y se pone por delante del país, pone en peligro la constitución y la democracia y pone en peligro la seguridad nacional”, dijo en una rueda de prensa Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes.

Tras dos meses de investigaciones, los legisladores demócratas afirman que Trump retuvo ayuda militar a Ucrania para enfrentar la amenaza de los separatistas prorusos en el este.

Además, lo acusan de ofrecer una visita a la Casa Blanca a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, a cambio de que Kiev abriera una investigación de corrupción contra Joe Biden, su potencial oponente en las elecciones de 2020, por su gestión respecto al país europeo cuando era vicepresidente de Barack Obama.

Adam Schiff, el congresista que encabeza el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, dijo que “los continuos abusos de poder” perpetrados por el presidente, “no les dejan otra opción”.

“La evidencia sobre la conducta del presidente es abrumadora e indiscutible”, dijo.

Nadler dijo que el Comité Judicial de la Cámara se reunirá esta semana para considerar los cargos presentados y se espera que estos sean considerados por el pleno la próxima semana.

Según las estimaciones con el actual calendario legislativo, el proceso en el Senado se desarrollaría en enero.