Estados Unidos acusó el martes a Irán de “chantaje nuclear” y prometió mantener la presión sobre Teherán luego que el gobierno iraní indicara que reiniciaría el enriquecimiento de uranio en la planta de Fordo.

“Irán no tiene una razón creíble para expandir su programa de enriquecimiento de uranio, en la planta de Fordo o en cualquier otro lugar, que no sea por un claro intento de chantaje nuclear que solo profundizará su aislamiento político y económico”, dijo un portavoz del Departamento de Estado.

“Continuaremos imponiendo la máxima presión sobre el régimen hasta que abandone su comportamiento desestabilizador, incluido el trabajo sensible a la proliferación” nuclear, acotó el Departamento.

El presidente Hasan Rohani dijo que Irán reanudaría el enriquecimiento en la planta cercana a la ciudad sagrada chiita de Qom, que fue suspendido en virtud de un acuerdo nuclear de 2015 con Estados Unidos y otras cinco potencias.

Fue la última acción de Irán para buscar beneficios tangibles del acuerdo, del que Estados Unidos se retiró cuando el presidente Donald Trump impuso sanciones radicales destinadas a reducir el papel regional de Teherán.

El Departamento de Estado sostuvo que esperaría la verificación por parte de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), el organismo de control nuclear de la ONU que intensificó la inspección en virtud del acuerdo de 2015.