Un proyecto bipartidista para dar a los venezolanos en Estados Unidos el Estatuto de Protección Temporal (TPS), que impide su deportación y les autoriza a pedir un permiso de trabajo y viaje, se estrelló este martes en la Cámara de Representantes.

El proyecto de “Ley TPS de Venezuela de 2019” fue presentado por el demócrata Darren Soto y el republicano Mario Díaz-Balart, ambos representantes de Florida, donde se concentra la mayoría de los venezolanos que residen en Estados Unidos.

En la Cámara dominada por los demócratas, el proyecto fue introducido bajo una fórmula denominada “en suspensión de reglas” para evitar enmiendas pero que implica que se necesitaban dos tercios de los votos para aprobarlo.

Pero en definitiva, en el pleno el proyecto obtuvo 268 votos a favor y 154 en contra.

“Me decepciona que la Cámara no haya reunido la mayoría necesaria para aprobar la Ley de TPS de Venezuela bajo la suspensión de reglas”, dijo en un comunicado Díaz-Balart.

Creado en 1990 con fines humanitarios, el TPS es un beneficio migratorio temporal que otorga el gobierno de Estados Unidos a extranjeros que se encuentren en su territorio y que por desastres naturales o conflictos armados no puedan volver de manera segura a su país de origen.

Venezuela, gobernada por el cuestionado presidente Nicolás Maduro, cuya salida impulsan Estados Unidos y medio centenar de países, atraviesa una debacle económica sin precedentes en la historia reciente de la región, que según la ONU ha forzado en los últimos años la salida del país de unos 3,7 millones de personas.

La posibilidad de que una legislación para dar un TPS para venezolanos es muy remota dada la dura política migratoria del presidente Donald Trump, quien desde que asumió en 2017 ha buscado revocar este beneficio vigente, entre otros, para El Salvador, Honduras y Nicaragua.

En una entrevista con la cadena VOA el lunes, el emisario de Estados Unidos para la crisis venezolana, Elliot Abrams, se pronunció en contra la posibilidad de un TPS.