Estados Unidos se prepara para anunciar este lunes nuevas sanciones contra Irán, mientras que la creciente tensión entre los dos países, alimentada por una serie de incidentes y declaraciones belicistas, hace temer una conflagración.

Por su parte, Irán informó este domingo de la intrusión de un “avión espía” sin tripulación en su espacio aéreo en mayo, un mes antes de la destrucción de un dron norteamericano, que a su vez habría desatado ciberataques estadounidenses de represalia.

En un mensaje difundido este domingo en la red Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, afirmó que el primer incidente fue protagonizado por un aparato “MQ9” (código del dron de vigilancia y ataque estadounidense Predator B), el 26 de mayo.

Zarif publicó en su tuit un “mapa del itinerario del dron espía MQ9 en la fecha del 26 de mayo de 2019” que habría permanecido al menos 20 minutos en el espacio iraní y habría recibido tres “advertencias”, según el ministro.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, consideró “infantil” la carta publicada por Zarif.

En este contexto, según la prensa estadounidense, la Casa Blanca autorizó esta semana ciberataques contra sistemas de defensa iraníes.

El Washington Post sostuvo que uno de los ciberataques afectó a computadoras que controlan los lanzamientos de misiles. El otro, según Yahoo! News, apuntó a una red de inteligencia iraní encargada de vigilar el paso de barcos en el estrecho de Ormuz.

El Post añadió que estos ciberataques, planificados desde hace varias semanas, habían sido inicialmente propuestos por los militares estadounidenses en respuesta a los ataques contra petroleros en el estrecho de Ormuz, que tuvieron lugar a mediados de junio, en los que Teherán niega toda participación.

El Pentágono rehusó cualquier comentario al respecto.

En Irán, la agencia de prensa Fars, próxima a los conservadores, indicó este domingo que Teherán no había reaccionado aún a estas informaciones de prensa estadounidenses.

“No está claro si los ataques han sido o no realizados”, agrega Fars, dando a entender que estas informaciones desde Estados Unidos podrían ser un “farol destinado a la opinión pública para mejorar la imagen de la Casa Blanca” tras la destrucción del dron.

Prudencia no es debilidad

Este domingo, desde Jerusalén, John Bolton, consejero de seguridad nacional del presidente estadounidense, advirtió a Irán que no confunda la “prudencia” de su país con “debilidad”, dos días después de que el presidente Donald Trump cancelara a último momento bombardeos contra objetivos en Irán tras la destrucción del dron el 20 de junio

Por su parte, el emisario estadounidense para Irán, Brian Hook, exhortó desde Kuwait a “todos los países a convencer a Irán de desactivar la tensión” en el Golfo.

El diplomático aseguró que Estados Unidos “no tiene ningún interés en una confrontación militar con Irán. Reforzamos nuestro dispositivo en la región por razones sólo defensivas”.

Entretanto Mike Pompeo viajó a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos para abordar la crisis.

“Vamos a hablar con ellos para asegurarnos de estamos estratégicamente alineados y sobre cómo podemos formar una coalición global” ante Irán, dijo el secretario de Estado a los periodistas antes de partir de Washington.

Trump había anunciado el sábado nuevas sanciones “importantes” a partir del lunes contra Irán, mientras Teherán advirtió que cualquier ataque contra su territorio tendría consecuencias devastadoras para los intereses de Estados Unidos en la región.

El presidente norteamericano, que alterna ante Teherán declaraciones belicistas y llamados al diálogo, había asegurado que si los iraníes renunciaban a su programa nuclear él se convertiría en “su mejor amigo”.

“Destrucción”

Irán afirma que dispone de “pruebas irrefutables” que muestran que el dron abatido el jueves ingresó en su espacio aéreo, y escribió al secretario general y al Consejo de Seguridad de la ONU para denunciar lo que consideró una acción “provocadora” por parte de Estados Unidos y “muy peligrosa”.

Washington desmintió estas declaraciones categóricamente y afirmó que el dron fue derribado en el espacio aéreo internacional.

Estados Unidos pidió que se celebre el lunes una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU, según fuentes diplomáticas.

Las relaciones entre Washington y Teherán se deterioraron a partir de mayo de 2018, cuando Trump decidió retirar a Estados Unidos del acuerdo internacional firmado de 2015 para frenar las ambiciones nucleares de Irán, restableciendo duras sanciones contra la República Islámica.

Estados Unidos reforzó recientemente su dispositivo militar en Medio Oriente en medio de nuevos roces por el anuncio de Irán de que sus reservas de uranio enriquecido superarán el 27 de junio el límite previsto el acuerdo nuclear.

El domingo por la noche, los rebeldes yemeníes hutíes, respaldados por Irán, volvieron a atacar a Arabia Saudita, que interviene militarmente en Yemen desde 2015 liderando una coalición internacional. Una persona murió y siete resultaron heridas en un ataque contra el aeropuerto de Abha, en el sur del reino saudita.

En este contexto, un exconsejero militar estadounidense, Mike Mullen, advirtió que “las cosas se están volviendo incontrolables”. “Lo último que necesitamos es una guerra con Irán”, aseguró.