El presidente estadounidense, Donald Trump, rectificó el miércoles sus palabras de la víspera, cuando dijo que el servicio de sanidad público británico (NHS) podría formar parte de las negociaciones sobre un futuro acuerdo comercial entre Londres y Washington tras el Brexit.

El polémico mandatario también suavizó el tono respecto al líder de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn, y sobre la exactriz estadounidense Meghan Markle, convertida en duquesa de Sussex tras su boda el año pasado con el príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II.

El martes, en una rueda de prensa junto a la primera ministra Theresa May, Trump afirmó que confiaba en alcanzar un tratado comercial “extraordinario” con el Reino Unido, que incluiría el NHS, lo que provocó reacciones negativas del partido laborista.

Pero una entrevista grabada poco después, pero difundida el miércoles por la mañana por el canal privado británico ITV, cambió de opinión: “No veo [el NHS] sobre la mesa [de negociaciones]. Alguien me preguntó sobre ello y dije que todo es negociable, porque todo lo es. Pero eso no lo veo, no es algo que consideraría como parte del comercio”.

Y cuando le preguntaron si negociaría un acuerdo comercial con Corbyn en caso de que el líder laborista se convirtiese en primer ministro, Trump afirmó que “todo es posible” después de haber asegurado durante la rueda de prensa que rechazó reunirse con el político izquierdista británico.

“No pensaba que fuese apropiado encontrarme con él, pero lo haría. No tengo absolutamente ningún problema con eso”,
aseguró.

Trump aclaró también sus palabras sobre la esposa del príncipe Enrique, a la que había calificado de “desagradable” en una entrevista al diario británico The Sun. La duquesa de Sussex se había mostrado crítica con Trump cuando era aún candidato a la presidencia.

“No hablaba de ella. Dije que había sido desagradable conmigo”, afirmó. Y agregó: “Creo que es muy agradable”.

Explicó también haber hablando con Enrique, “un tipo genial” y haberlo felicitado por el nacimiento de su hijo Archie cuando se vieron el lunes en el Palacio de Buckingham. Negando rumores según los cuales el príncipe se había mostrado frío, Trump aseguró que “no habría podido ser más simpático”.