Texas ejecutó la noche de este miércoles a John William King, un supremacista blanco que en 1998 asesinó al afroamericano James Byrd, en uno de los crímenes raciales más brutales de las últimas décadas en Estados Unidos.

King, que respondió con un “no” cuando le consultaron si quería decir una última frase, recibió la inyección letal a las 19:00 horas del miércoles en Texas (20:00 de Chile), al interior del penal de Huntsville, falleciendo tras un proceso que se extendió por casi 21 años.

El crimen ocurrió la noche del 7 de junio de 1998, cuando Byrd hacía autoestop en la carretera de Jasper en Texas, mismo instante en que King (23 años en esa fecha) junto a Lawrence Russell Brewer (31) y Shawn Berry (22), pasaron en una camioneta y se detuvieron frente al afroamericano.

Los tres jóvenes recogieron a Byrd y lo llevaron hasta un lugar aislado, donde lo golpearon salvajemente hasta reducirlo. Después, cuando el afroamericano seguía vivo, lo encadenaron a la camioneta y lo arrastraron por al menos 5 kilómetros.

La tortura contra Byrd terminó cuando el cadáver se golpeó contra una bloque de cemento y el cuerpo se partió por la mitad.
El hombre habría intentado protegerse la cabeza mientras era arrastrado en el automóvil, lo que habría dado cuenta que tuvo algún grado de conciencia durante la tortura, indicaron los forenses del caso, según diario El País de España.

Los restos desmembrados de Byrd fueron dejados por sus victimarios en una iglesia negra, siendo encontrados por los feligreses la mañana siguiente.

Tauaje John William King | ARCHIVO | Agence France-Presse
Tauaje John William King | ARCHIVO | Agence France-Presse

Impacto

El asesinato de Byrd generó un fuerte impacto en Estados Unidos, reabriendo el debate sobre la discriminación racial y la presencia de movimientos supremacistas blancos.

A causa de este caso, se aprobó una ley que lleva el nombre de este afroamericano y otro joven asesinado en aquella época y bajo las mismas circunstancias, endureciendo las penas en los crímenes de odio.

Incluso, el basquetbolista de la NBA, Deniss Rodman, pagó el funeral de Byrd, quien era padre de tres hijos al momento de su asesinato. Además se han realizado una serie de documentales y canciones en torno al caso, que con los años se convirtió en un emblema de los crímenes de odio.

Respecto a los compañeros de King, Brewer fue ejecutado en 2011 y Berry “sólo” fue condenado a cadena perpetua, pues se logró demostrar que participó del crimen por “la mera excitación” del momento y no hubo motivaciones racistas en su actuar.

King y Brewer pertenecían a movimientos supremacistas,y el primero le escribió en 1999 una carta al segundo donde le decía que habían” “hecho historia” y terminaba el texto con un “Muerte antes que deshonor” y el saludo nazi ”Sieg Heil!”.

Tres de las hermanas de la víctima habían previsto asistir a la ejecución. “No nos curará, pero se habrá hecho justicia”, dijo una de ellas, Louven Harris, en Nueva York.

John William King en 1997 | ARCHIVO | Agence France-Presse
John William King en 1997 | ARCHIVO | Agence France-Presse