El senador Bernie Sanders confirmó este martes que competirá para ser el candidato del Partido Demócrata por la Casa Blanca en el 2020, sumándose a una larga lista de contendientes que buscarán ser la alternativa a Donald Trump en las próximas presidenciales.

Sanders lanzó su candidatura con duras críticas a Trump, a quien calificó como “un mentiroso patológico, un fraude, un racista, un sexista, un xenófobo y alguien que está socavando la democracia estadounidense”, y lo acusó de dirigir el país hacia el autoritarismo.

“Ahora más que nunca necesitamos un liderazgo que nos una, no que nos divida”, dijo.

Pero Sanders aseguró que su campaña va más allá de derrocar a Trump, un magnate que ingresó a la política como un ‘outsider’ y terminó ganando la nominación republicana.

“Nuestra campaña consiste en transformar nuestro país y crear un gobierno basado en los principios de justicia económica, social, racial y ambiental”, señaló.

El senador que se ha definido como socialdemócrata -algo muy extraño en EEUU- se convirtió en un fenómeno durante las primarias de 2017, aunque no pudo derrotar a Hillary Clinton, su nombre fue uno de los primeros en aparecer tras la derrota de la ex secretaria de Estado.

Incluso su anuncio de candidatura había causado expectación, la que llegó a tal nivel que a las 3 horas de confirmar que competirá por la Casa Blanca recibió más de un millón de dólares en donativos, consignó la cadena de televisión CBS.

Otros candidatos demócratas como la senadora Kamala Harris logró el millón de dólares en donativos tras 24 horas, o la senadora Amy Klobuchar, que logró la misma cifra en dos días.

Campaña de Trump lo compara con Venezuela

Sanders, que centró su anterior campaña en la lucha contra la desigualdad de ingresos, insistió con sus ideas rectoras: la búsqueda de una cobertura universal de salud y una matrícula universitaria gratuita, un aumento del salario mínimo a un “salario digno”, y una “agresiva” lucha contra el cambio climático.

“Todas estas políticas tienen ahora el respaldo de la mayoría de los estadounidenses. (…) Ahora es el momento de completar esa revolución (iniciada en 2016) e implementar la visión por la que luchamos”, enfatizó Sanders, quien prometió reunir “un millón de voluntarios” en todos los estados del país.

La campaña de Trump no tardó en responder, diciendo que si bien los demócratas pueden haber abrazado las ideas que defiende Sanders, el pueblo estadounidense no lo ha hecho.

“Sanders ya ganó el debate en las primarias demócratas, porque todos los candidatos están adoptando su marca de socialismo”, dijo la campaña de Trump en un comunicado.

“Pero el pueblo estadounidense rechazará una agenda de tasas impositivas altísimas, atención médica administrada por el gobierno y dictadores como en Venezuela. Solo el presidente Trump mantendrá a Estados Unidos libre, próspero y seguro”, concluyó.