Fuentes de la Casa Blanca tuvieron que salir a descartar rumores respecto a la salud y el cuidado del presidente Donald Trump, de quien se ha dicho que utiliza una cama de bronceado para mantener un tono de piel más oscuro de lo normal en pleno invierno.
Ante estos rumores, que fueron dados a conocer por la exfuncionaria de la actual administración gubernamental, Omarosa Manigault Newman, en su libro Unhinged, el edificio de gobierno tuvo que explicar que todo de debe a los “buenos genes” del mandatario.
Un alto funcionario de palacio explicó al diario The New York Times que Trump sólo utiliza un poco de base de maquillaje antes de realizar apariciones en televisión y dar sus puntos de prensa.
Asimismo, la fuente formal expresó que se trata de un polvo traslúcido, que normalmente ocupan las personas que trabajan en televisión, y no se trata de un líquido bronceador.
Esta versión contrasta con lo que señaló Manigault Newman en su libro, en donde expresó que dentro de la Casa Blanca había una cama de bronceado, la cual era ocupada por el presidente para mantener su tono de piel.
La exempleada de gobierno agregó que Trump incluso llegó a despedir al trabajador que estaba encargado de la manipulación del implemento. En ese momento, según la mujer, el magnate le expresó que “no hacía bien su trabajo”.
“Cuando lo vi por primera vez noté que su cara parecía un poco naranja y tenía algunos espacios blancos y brillantes bajo sus ojos, donde asumí que colocaba pequeñas gafas de bronceado”, expresó en uno de los pasajes del escrito.
NYT agregó que contactó a algunos excompañeros de colegio y universidad de Trump, quienes indicaron que el presidente de Estados Unidos era un “fanático de exponerse a los rayos ultravioletas”.
Ante esto, las fuentes de la Casa Blanca expresaron que en el lugar nunca ha existido un “elemento de bronceado”, negando que el mandatario se preocupe de forma excesiva de su apariencia.
En materia política, la administración Trump aún no consigue un acuerdo con el Partido Demócrata en el parlamento por los fondos para el muro fronterizo con México, una de sus promesas más polémicas de campaña.
