El presidente estadounidense, Donald Trump, denunció este martes que hay una crisis en la frontera entre Estados Unidos con México, en su intervención solemne desde la Oficina Oval de la Casa Blanca, la primera desde su llegada al poder.

“Hay una creciente crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur”, dijo Trump, quien pidió una millonaria suma para financiar el muro.

En su intervención de apenas 10 minutos, dijo que los agentes fronterizos se enfrentan cada día a “miles de inmigrantes ilegales” que intentan entrar al país.

Nuestra frontera sur es un ducto para una gran cantidad de drogas ilegales, incluyendo metanfetamina, heroína, cocaína y fentanilo. Cada semana 300 de nuestros ciudadanos mueren sólo por la heroína”, dijo el presidente respecto de una crisis de salud pública por la sobredosis.

El mandatario además pidió aprobar 5.700 millones de dólares para construir una barrera de acero, en un momento en que el gobierno está parcialmente cerrado por una parálisis presupuestaria.

“Por solicitud de los demócratas, será una barrera de acero en vez de un muro de concreto. Esta barrera es absolutamente crucial para la seguridad fronteriza. Es también lo que nuestros profesionales en la frontera quieren y necesitan”, aseguró Trump.

“Es solo sentido común. El muro se pagará rápidamente por sí mismo”, añadió.

Shutdown

Paralelamente, los demócratas acusaron a Trump de tomar como “rehenes” a los estadounidenses por el “shutdown”, que paraliza una parte de las administraciones federales hasta que obtenga fondos para construir un muro en la frontera con México.

“He aquí los hechos: el presidente Trump debe dejar de tomar a los estadounidenses como rehenes, debe dejar de inventar una crisis” migratoria y humanitaria en la frontera y “debe reabrir el gobierno”, dijo la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

El “cierre” parcial del gobierno por una falta de acuerdo en el Congreso sobre el presupuesto, afecta a unos 800 mil funcionarios federales que se ven obligados a quedarse en casa o a esperar el final del bloqueo para recibir su salario.