El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentó este lunes la presión en su lucha por la construcción de un muro que considera fundamental para impedir la inmigración ilegal, al anunciar un discurso “a la Nación” y un desplazamiento a la frontera con México.

Trump, quien está forcejeando con los opositores demócratas en el Congreso por la financiación del proyecto del muro, escribió en su cuenta de Twitter que hablará al país el martes a las 21:00 horas locales (23:00 horas en Chile) sobre lo que llamó “la crisis de la Seguridad Nacional y Humanitaria en nuestra Frontera Sur”.

Pocas horas antes, la portavoz ejecutiva, Sarah Sanders, anunció que el presidente viajaría el jueves a la frontera con México “para reunirse con quienes se encuentran en la primera línea de la crisis humanitaria y de seguridad nacional”, aunque el destino exacto no fue divulgado.

“Tenemos que construir el muro, es la seguridad de nuestro país (…) No tenemos otra opción”
- Donald Trump, presidente de EEUU

El mensaje de Trump llega al cumplirse 17 días del polémico “shutdown” (cierre), la parálisis parcial de la administración federal.

Envuelto en un enfrentamiento con los demócratas en el Congreso que ha provocado ese cierre parcial de diferentes órganos del gobierno federal, Trump insiste en que no renunciará a un punto que considera vital: la liberación de más de 5.000 millones de dólares para construir el tan cuestionado muro fronterizo que había prometido en su campaña electoral para luchar contra la inmigración ilegal.

“Tenemos que construir el muro, es la seguridad de nuestro país (…) No tenemos otra opción”, dijo Trump el domingo, acotando que estaba dispuesto a que se construya en acero en vez de concreto si ello permitía desbloquear las negociaciones.

Parálisis gubernamental

Unos 800.000 funcionarios federales se han visto afectados por el cierre parcial de entes de la administración de gobierno.

Los demócratas, que han recuperado el control de la Cámara de Representantes en el legislativo después de las elecciones de mitad de período, reiteran que se oponen a financiar este muro que consideran “inmoral”, caro e ineficiente.

Trump ha llegado a amenazar con eludir al Congreso invocando poderes de emergencia para ordenar la construcción del mentado muro.

Esos poderes, en teoría, le permitirían buscar fondos alternativos para construir la muralla y posiblemente darle vía libre para reabrir partes del gobierno federal cerradas a partir del diferendo con el legislativo.

Sin embargo, es casi seguro que los opositores lo acusarían de un exceso de poder presidencialista y le responderían con reclamos ante las cortes.

Nicholas Kamm | Agence France-Presse
Nicholas Kamm | Agence France-Presse

Trump ha hecho de la construcción del muro el tema central de sus políticas de tono nacionalista.

Así ha presentado a la frontera de México como una puerta abierta para los delincuentes, incluidos narcotraficantes, violadores, terroristas, personas con enfermedades peligrosas y solicitantes de asilo falsos.

De hecho, la frontera ha visto por años importantes flujos de inmigrantes ilegales y un próspero tráfico de drogas. Sin embargo, los verificadores de hechos han desacreditado las denuncias y reclamos más espeluznantes, incluidas las amenazas terroristas.

Los demócratas acusan a Trump de inflar la “crisis” y consideran que el muro es un truco político que no vale el dinero que demandaría de los contribuyentes.

Como represalia, Trump se ha negado a firmar un paquete de gastos más amplio, lo que deja a algunas secciones del gobierno federal sin fondos y a cientos de miles de empleados enfrentados con retrasos en sus cheques de pago.

¿Quién dará el brazo a torcer?

Trump a menudo se jactó de sus duras habilidades de negociación como empresario de bienes raíces, y parece que le gusta esta situación, insistiendo en que dejará al gobierno sin fondos completos todo el tiempo que sea necesario, “incluso años”, para torcer el brazo de los demócratas.

Invocar poderes de emergencia sería potencialmente una alternativa, pero aumentaría aún más la tensión política, dado el desacuerdo sobre el alcance de los derechos presidenciales.

Un factor que agita el debate sobre la inmigración es la inminente carrera entre los posibles candidatos demócratas dirigida a lograr la nominación en las internas para poder enfrentar a Trump en las elecciones presidenciales de 2020.

El partido de oposición está cada vez más envalentonado y sin humor como para otorgarle a Trump ningún tipo de victoria en el controvertido tema.