El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este viernes en un breve tuit matinal que las negociaciones encaminadas a desactivar la disputa comercial con China “van muy bien”.

“¡Las conversaciones con China van muy bien!” tuiteó, con un optimismo al que luego se sumó el principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow.

Tanto los observadores como los inversores dudan sin embargo de que Estados Unidos y China puedan concluir rápidamente un acuerdo comercial que ponga fin a la guerra de las tarifas entre ambos países, tal como prometió Trump tras la reunión con su homólogo chino Xi Jinping en Buenos Aires.

Estas dudas y los temores de una guerra comercial intensificada y prolongada pesan profundamente en los índices bursátiles.

A eso se sumó la detención en Canadá de la directora financiera del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei
a pedido de Estados Unidos, que provocó indignación en Pekín y hace temer por el desarrollo de las discusiones comerciales.

Sin embargo, Kudlow intentó disipar dudas. “No sé si (este caso) tendrá un impacto en las negociaciones comerciales, de hecho lo dudo”, dijo a la CNBC.

Elogiado por Trump, el acuerdo de Buenos Aires por ahora sigue siendo difuso para los mercados. Los chinos han prometido en varias ocasiones “poner en marcha los puntos de consenso”, pero ninguna de las partes ha presentado demasiados detalles.

“Inmediatamente”

Al respecto, Kudlow insistió en que los funcionarios chinos han usado en Buenos Aires y en declaraciones posteriores una palabra que en general no forma parte del vocabulario de la diplomacia china: “Inmediatamente”.

El jueves, el portavoz del Ministerio de Comercio de China, Gao Feng, dijo a la prensa: “China implementará inmediatamente (los puntos de) consenso alcanzado por ambas partes sobre productos agrícolas, energía, automóviles y otros bienes específicos”.

Según Kudlow, los funcionarios chinos dejaron claro que estaban listos para negociar los “puntos principales, las joyas de la familia para Estados Unidos, como el robo de propiedad intelectual, la transferencia forzosa de tecnología, la piratería informática”, que son los temas clave.

Tras la reunión en Buenos Aires en el marco de la cumbre del G20, Washington acordó frenar la amenaza de Trump de aumentar los aranceles de 200.000 millones de dólares en importaciones chinas al 25% a partir del 1 de enero, dejándolos en la tasa actual del 10%.

Los estadounidenses dieron inicialmente hasta el 1° de marzo a China para llegar a resultados concretos, pero Trump no descartó que esa tregua se extienda. Y aunque prometió que las negociaciones tendrán buenos resultados, igualmente amenazó con imponer nuevos aranceles si fracasan, lo cual agravaría las penurias que ya sienten consumidores y compañías estadounidenses.

Pese a su optimismo, Kudlow insistió en el hecho de que el principal negociador de los Estados Unidos, el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, estaba aplicando el principio de precaución que Ronald Reagan hizo famoso durante las negociaciones de desarme nuclear con la Unión Soviética: “Confía pero verifica”.

El acuerdo promocionado por Trump aún permanece rodeado por una gran confusión, dada la falta de detalles concretos, como un calendario específico para las negociaciones.