El gobierno estadounidense volvió a reconocer en un informe difundido este miércoles que China no subvalúa el yuan con el fin de aumentar sus exportaciones, como el presidente Donald Trump ha afirmado varias veces.

En un informe sobre divisas que presenta dos veces al año al Congreso, el Tesoro dice que “ningún país socio importante” manipuló su moneda en 2018, y que la intervención directa del banco central chino fue “limitada”.

No obstante, el informe deplora “la falta de transparencia” en la política cambiaria del país asiático, y manifiesta preocupaciones ante “la reciente debilidad de su moneda”, el yuan o el renminbi.

Según el informe, la divisa china se ha depreciado 7% frente al dólar desde mediados de junio.

El Tesoro, que no ha podido establecer formalmente que hubiera una intervención de Pekín en su moneda, indica que el debilitamiento del yuan “plantea grandes desafíos para lograr intercambios más equilibrados”.

La última vez que China fue acusada por el Congreso de manipular el yuan fue en 1994. Ahora, Estados Unidos puso a China bajo vigilancia junto a otros cinco países: Alemania, India, Japón, Corea del Sur y Suiza.

“Continuaremos monitoreando las prácticas cambiarias chinas y mantendremos conversaciones continuas con el Banco Popular de China”, dijo el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, citado en un comunicado.

El yuan débil, dijo Mnuchin, “no va en la dirección necesaria para reducir el gran superávit comercial de China” con Estados Unidos.

Y por lo tanto, va en contra de los objetivos de Trump. En los últimos cuatro trimestres, el déficit comercial de Estados Unidos con ese país alcanzó un récord de US$390.000 millones, detalla el informe.