La controvertida nominación del juez Brett Kavanaugh a la Corte Suprema de Estados Unidos sigue dividiendo a republicanos y demócratas en Estados Unidos, luego que el informe del FBI sobre las denuncias por agresión sexual no despejaran las dudas.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) recibió el viernes pasado una semana para revisar las acusaciones de tres mujeres que afirman que el actual juez de apelaciones bebía mucho y abusó sexualmente de jóvenes cuando era estudiante de secundaria en los años 1980.

Demócratas acusan investigación incompleta

La oposición demócrata considera que Kavanaugh no puede ser confirmado con las acusaciones aún no probadas que penden sobre él. Kavanaugh, sin embargo, sigue negándolas firmemente.

El informe, enviado durante la noche a los senadores, es “producto de una investigación incompleta”, dijo la senadora Dianne Feinstein en una conferencia de prensa.

“Teníamos muchos temores de que fuera un proceso muy limitado”, dijo el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer. “Esos temores se cumplieron”.

Republicanos defienden a Kavanaugh

“Esta investigación no encontró indicios de mala conducta. (…) No hay nada en esto que no sepamos ya”, dijo el republicano Chuck Grassley, presidente de la comisión judicial del Senado, en un comunicado.

Grassley anunció que votará en favor de la confirmación de Kavanaugh, un conservador de 53 años, para el cargo vitalicio en la máxima instancia judicial estadounidense.

Una primera votación de procedimiento está programada para el viernes en el plenario del Senado, antes de la votación final prevista para el fin de semana.

“Esto es lo que sabemos: quienes trabajaron con el juez Kavanaugh, colegas y amigos desde la escuela secundaria hasta el presente dan cuenta de su integridad personal. Sus vecinos y miembros de la comunidad reconocen sus contribuciones positivas a escuelas e iglesias. Y sus colegas saben que es un jurista considerado y respetuoso”, afirmó Grassley.

Los republicanos que controlan el Congreso y la Casa Blanca apuntan a Kavanaugh para inclinar hacia el lado conservador los fallos de la Corte Suprema, una institución clave en la sociedad estadounidense.