El fundador de Tesla, Elon Musk cerró un acuerdo con el organismo de control bursátil de Estados Unidos (SEC) y abandonará la presidencia del consejo de administración de la empresa, dijo el ente regulador este sábado.

“Los acuerdos, sujetos a la aprobación judicial, darán como resultado una gobierno corporativo integral y otras reformas en Tesla -incluida la destitución de Musk como presidente de la junta de Tesla- y el pago por parte de Musk y Tesla de sanciones financieras” de 20 millones cada uno, informó la SEC en un comunicado.

Musk, que durante tres años no podrá ser escogido presidente del consejo de dirección, permanecerá sin embargo como director general de la compañía automotora, que deberá designar también a dos directores independientes.

De esa manera, el organismo podrá asegurarse que el excéntrico propietario de Tesla sea supervisado de manera más eficaz por su consejo de administración.

Como director general, seguirá siendo responsable de las operaciones de la compañía, que atraviesa un período delicado en momentos en que trata de fabricar masivamente un modelo de vehículo eléctrico de gama media.

La SEC acusó el jueves a Musk oficialmente de haber inducido en error a los inversores cuando en un tuit del 7 de agosto dijo que pretendía retirar a su grupo de la bolsa cuando la acción llegara a los 420 dólares, y que ya había tomado las providencias del caso para financiar la operación.

Pero nada de eso era real, señaló la SEC, y en la noche del jueves pasado lo denunció por fraude y reclamó que se le prohíba dirigir la empresa.

El título de Tesla se desplomó inmediatamente tras el anuncio del ente regulador y perdió 14% en la sesión siguiente de la bolsa.

El grupo se está aprovechando actualmente de la atracción que concita Musk, visto por muchos como un inquieto visionario.

Tesla vale en Wall Street más que la segunda constructora automotora de Estados Unidos, Ford, a pesar de que la empresa sólo ha ganado dinero durante dos trimestres en 15 años.