El elegido del presidente estadounidense para la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, dijo este jueves que no retirará su candidatura y reiteró su inocencia en una audiencia ante la Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos, por las acusaciones de agresión sexual en su contra.

“Yo no voy a dejarme intimidar y renunciar a este proceso”, dijo el juez en una declaración leída.

“Mi familia y mi nombre han sido destruidos de una forma total y permanente por estas acusaciones falsas y despiadadas”, dijo Kavanaugh, que se debatía para no llorar mientras reiteraba su inocencia.

En la audiencia dijo además que el proceso de confirmación se había convertido en una “vergüenza nacional”.

En una audiencia previa que duró cuatro horas, la experta en psicología Christine Blasey Ford aseguró a la Comisión que Kavanaugh intentó violarla en una fiesta de estudiantes en 1982.

“Yo creí que me iba a violar”, dijo -antes de ser interrogada por la comisión- enumerando los detalles de aquella noche en una declaración ya preparada y leída con silencios intercalados, mientras luchaba contra las lágrimas.

Hace dos semanas, Kavanaugh parecía encaminado a obtener el visto bueno del Senado para entrar en la Corte Suprema, una jurisdicción que dirime cuestiones fundamentales de la sociedad, como el derecho al aborto, a portar armas de fuego y los derechos de las minorías.