El presidente estadounidense Donald Trump firmó el miércoles un decreto que permite establecer sanciones a los extranjeros que interfieran en las elecciones estadounidenses, dos años después que supuestamente Rusia interviniera en la campaña presidencial que él ganó.

“Hemos visto indicios de que no sólo Rusia, sino China también, y que hay capacidades potenciales también en Irán e incluso en Corea del Norte” de interferir en la elección legislativa del 6 de noviembre, dijo el jefe de los servicios de Inteligencia, Dan Coats.

La orden establece un proceso formal para poner sanciones financieras y bloqueos tanto a quienes intenten interferir en los sistemas de votación, como contra quienes difundan desinformación mediante la redes sociales e internet, dos fenómenos que actualmente se investigan en Estados Unidos.

“Estamos mirando hacia adelante, usando como base lo que pasó en 2016 como una advertencia (…) para que esto no vuelva a ocurrir”, prometió Coats, al asegurar que habrá vigilancia las 24 horas.

Coats y otros altos mandos de Inteligencia han afirmado desde principios de 2017 que el presidente ruso, Vladimir Putin, dirigió un esfuerzo coordinado a través de la piratería y la manipulación de las redes sociales para apoyar la campaña de Trump.

El texto firmado por el presidente estadounidense apunta hacia cualquier país, persona o entidad extranjera que haya alentado u organizado una tentativa de influenciar el transcurso de las elecciones de este país.

La administración saliente de Barack Obama lanzó una serie de sanciones contra Moscú y expulsó a una gran cantidad de supuestos espías como medidas de represalia por el supuesto espionaje.

Pero desde que llegó a la presidencia, Trump ha desmentido reiteradamente la idea de que fue ayudado por Moscú y ha desestimado estas afirmaciones catalogándolas de “noticias falsas”.

El fiscal especial, Robert Mueller, nombrado el año pasado, estudia una presunta injerencia de Rusia en la campaña presidencial estadounidense de 2016.

“Actuó de forma resolutiva”

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo este miércoles que ahora Trump “actuó de forma resolutiva” en este tema.

“Nosotros sentimos que era importante que el presidente tomara el mando en este asunto. Es algo que a él le importa profundamente”, señaló Bolton a la prensa, al precisar que la orden no está dirigida de manera específica hacia ningún país.

Los senadores Marco Rubio y Chris Van Hollen, que defienden una legislación para combatir la interferencia extranjera en las elecciones, dijeron el miércoles que la acción de Trump era demasiado restringida.

La orden ejecutiva “reconoce la amenaza, pero no va lo suficientemente lejos para combatirla. Estados Unidos tiene que hacer más”, dijeron en un comunicado.

“Las sanciones obligatorias hacia cualquiera que ataque nuestro sistema electoral sirven como la mejor disuasión”, agregaron.

Por su parte, el Comité Nacional del Partido Demócrata (DNC) dijo que todavía queda mucho por hacer.

“La orden ejecutiva de Trump no hace nada para hacer que Rusia se responsabilice por su interferencia en la elección de 2016”, dijo el organismo.

“Si Trump se toma en serio la protección de las elecciones, él tiene que hacer más para hacer frente a Rusia y dar a los estados los recursos que necesitan para defenderse frente a futuros ataques de adversarios extranjeros”, agregó.