El agente del FBI Peter Strzok, quien fue retirado de la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 luego de que se revelara que había intercambiado mensajes de texto contra Donald Trump, fue despedido, dijo el lunes su abogado.

Aitan Goelman, abogado de Strzok, dijo que su cliente, funcionario del Buró Federal de Investigaciones por 21 años, fue despedido el viernes por el subdirector de ese ente, David Bowdich.

La medida fue tomada a pesar de que la oficina disciplinaria había decidido que Strzok debería enfrentar una degradación y una suspensión de 60 días,
según el abogado, quien describió el despido como “una desviación de las prácticas típicas de la agencia”.

“Esta decisión debería ser muy preocupante para todos los estadounidenses”, dijo Goelman en un comunicado.

“Una larga investigación y múltiples rondas de testimonios del Congreso no produjeron ni una pizca de evidencia de que los puntos de vista personales del agente especial Strzok hayan afectado su trabajo”, aseguró.

“De hecho, en sus décadas de servicio, el agente especial Strzok ha demostrado ser uno de los principales oficiales de contrainteligencia del país”
, agregó el abogado.

La decisión de despedirlo, alegó Goelman, fue una respuesta “a la presión política y para castigar al agente especial Strzok por su discurso político protegido por la Primera Enmienda, y no por un examen justo e independiente de los hechos”.

“Es una decisión que produce solo un ganador: aquellos que buscan dañar a nuestro país y debilitar nuestra democracia”, añadió.

Strzok, de 48 años, y su amante, la exabogada del FBI Lisa Page, intercambiaron mensajes de texto durante la campaña electoral de 2016 en los que criticaban a Trump, entonces candidato republicano a la presidencia.

Tras la revelación pública de los mensajes, Strzok fue removido por el fiscal especial Robert Mueller de la investigación sobre la intromisión rusa en las elecciones de 2016.

Trump ha aprovechado los mensajes para reforzar su afirmación de que la investigación de Mueller es una “cacería de brujas” política por parte de fiscales sesgados.