El Departamento de Justicia de Estados Unidos reabrió la investigación del brutal asesinato en 1955 del joven afroamericano de 14 años Emmett Till, un caso que dio impulso al movimiento de lucha por los derechos civiles.

El cuerpo mutilado de Till fue encontrado en un río tres días después de haber sido secuestrado y asesinado cuando visitaba a unos familiares en el estado sureño de Mississippi. Su rostro estaba completamente desfigurado y reflejó al mundo la represión contra los negros en el sur de Estados Unidos.

La muerte del joven sucedió días después de que Carolyn Bryant, una mujer blanca, denunciara que le había agarrado en una tienda mientras le hacía comentarios sexuales.

La policía detuvo a dos hombres blancos, Roy Bryant, marido de Carol, y J. W. Milam, medio hermano de éste, por el asesinato del adolescente, aunque posteriormente un jurado los absolvió.

Ambos reconocieron más tarde en una entrevista en una revista que habían matado a Till, pero Dryan falleció en 1994 y Milam, en 1981.

En un informe entregado en marzo al Congreso, el Departamento de Justicia asegura que había reabierto el caso, cerrado en 2007, “debido al descubrimiento de información nueva”, aunque sin especificar nada más.

Carol Bryant, ahora llamada Carolyn Donham, confesó en el libro “The Blood of Emmett Till” (La sangre de Emmett Till), de Timothy B. Tyson, que mintió sobre el incidente de la tienda: “Nada de lo que hizo el chico justifica lo que le pasó”, dice en la obra.

La mujer sigue viva y reside en Carolina del Norte.

La decisión de reabrir el caso se conoció en un informe anual al Congreso sobre asesinatos con motivaciones raciales no resueltos y ocurridos durante la lucha por los derechos civiles.