La batalla judicial de un grupo de estudiantes estadounidense-asiáticos contra la prestigiosa Universidad de Harvard, acusada en 2014 de racismo en sus admisiones, se intensificó el viernes con la revelación de nuevos documentos.

El caso, que pone en relieve el mejor desempeño académico de los estudiantes de origen asiático en Estados Unidos en relación a sus pares y su lucha por acceder a las mejores universidades, se decidirá posiblemente en un juicio en el otoño boreal.

Un grupo integrado por estudiantes de origen asiático “altamente calificados” cuyo acceso al primer año fue rechazado por la universidad demandó a Harvard en 2014 por privilegiar en sus admisiones a afroamericanos, latinos y blancos sobre asiáticos “mejor calificados”.

El grupo, “Estudiantes por Admisiones Justas”, SFFA por sigla en inglés, acusó a la universidad con sede en Boston de limitar estrictamente la cantidad de asiáticos que admite cada año y de practicar “un equilibrio racial” en violación de las leyes actuales.

Harvard rechazó las acusaciones, pero la SFFA agregó este viernes a su demanda ante la Corte Federal de Massachusetts referencias a un estudio interno de 2013 que concluyó que la universidad admitía asiáticos a un ritmo menor que estudiantes blancos, aunque éstos solo obtenían mejores grados en un solo criterio, un test de personalidad subjetivo que evalúa la amabilidad o una “personalidad positiva”.

En 2013, Harvard admitió un 19% de estudiantes de origen asiático, pero si no hubiera aplicado criterios raciales habrían sido un 26%. Y si solamente hubiera aplicado criterios académicos, habría admitido un 43%, según la demanda.

La SFFA, que también presentó una demanda similar contra la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, aseguró que Harvard “enterró” ese informe interno.

“Los datos públicos muestran que Harvard ha limitado a propósito el porcentaje de nuevos estudiantes asiáticos-estadounidenses”, dijo Edward Blum, director del Proyecto sobre Representación Justa, un fondo de ayuda legal que lucha contra clasificaciones étnicas y raciales.

Según Blum, que recuerda la discriminación de Harvard contra los judíos en la década de 1920, esta institución admite hoy a menos asiáticos-estadounidenses que hace 20 años, aunque la cifra de los que aplican a la universidad se ha casi duplicado.

El plantel aseguró esta jornada que los datos de Blum son incorrectos y que la universidad “no discrimina solicitantes de ningún grupo, incluidos asiáticos-estadounidenses, cuya tasa de admisión ha crecido 29% en la última década”.

“Harvard continuará defendiendo vigorosamente nuestro derecho, y el de otras universidades a través del país, de buscar los beneficios educacionales que surgen de una clase diversa en múltiples dimensiones”, dijo la institución.

En 2016, la Corte Suprema de JUsticia estadounidense reafirmó la legitimidad de la discriminación positiva en las admisiones universitarias, que permite ayudar a estudiantes de minorías étnicas.