El brazo derecho de Kim Jong Un, Kim Yong Chol, llegó a la Casa Blanca en Washington la tarde de este viernes para reunirse con el presidente estadounidense, Donald Trump, con el objetivo de entregar una carta del líder norcoreano acerca de la realización de la próxima cumbre entre ambas naciones.

El alto funcionario norcoreano fue recibido en la Casa Blanca por el jefe de gabinete del gobernante, John Kelly; y el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton; quienes lo condujeron al Salón Oval para la reunión.

Además del mandatario, Kim Yong Chol también se reunió con el secretario de Estado, Mike Pompeo, confirmó la secretaria de la presidencia, Sarah Sanders.

Los pasos dados alimentan la esperanza de un gran giro diplomático una semana después que Trump cancelara el encuentro alegando una “abierta hostilidad” norcoreana, aunque luego dio parcialmente marcha atrás.

Desde entonces, los diplomáticos de ambos países han desarrollado febriles negociaciones hasta al auspicioso encuentro entre Pompeo y el general Kim Yong Chol.

Paralelamente, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, tuvo una reunión con Kim en Pyongyang tras la cual -según la agencia oficial de noticias KCNA- el líder norcoreano dijo que “la voluntad de la República Democrática de Corea de dirigirse hacia la desnuclearización sigue sin cambios, coherente y fija”.

No obstante, no está del todo claro que la visión de Corea del Norte de una “desnuclearización” a cambio de garantías de seguridad y alivio de sanciones sea compatible con la demanda de Washington de una terminación “completa, verificable e irreversible” del programa nuclear de Pyongyang.

Muchos expertos esperan que Kim, quizás con el respaldo tácito de China, reclame que Washington reduzca su presencia militar en Corea del Sur y afloje las garantías que otorga a su aliado Japón, pero Pompeo sugirió que las cosas avanzan en la dirección correcta.

“Se necesitará el audaz liderazgo del presidente Kim Jong Un si logramos aprovechar esta oportunidad única para cambiar el rumbo del mundo”, señaló Lavrov.

“El presidente Trump y yo creemos que el presidente Kim es el tipo de líder capaz de tomar ese tipo de decisiones y, en las próximas semanas y meses, tendremos la oportunidad de probar que ese es el caso”, agregó.

Saul Loeb | Agence France-Presse
Saul Loeb | Agence France-Presse

Cambio estratégico

Se espera que Kim Yong Chol, el funcionario de mayor rango que visita Estados Unidos en 18 años, entregue a Trump una carta del líder norcoreano, algo que el mandatario estadounidense dijo esperar “ansioso”.

No obstante, Pompeo advirtió que el mensaje en sí mismo no necesariamente resolverá los asuntos pendientes en el camino de la cumbre.

“Este es un desafío difícil, difícil. No se llamen a engaño. Todavía queda mucho trabajo por hacer”, señaló Pompeo, aludiendo a las conversaciones en Singapur y en la zona desmilitarizada de la península coreana.

No obstante, dijo que tras reunirse dos veces con Kim Jong Un y tres con Kim Yong Chol, considera que Corea del Norte está al menos lista para considerar las exigencias estadounidenses de desnuclearización.

“Creo que estamos contemplando un avance en el camino. Ellos pueden hacer un cambio estratégico. Uno que su país no estaba preparado para hacer antes. Obviamente esta es su decisión”, afirmó Pompeo.

Estados Unidos quiere que Pyongyang acepte que su desarme nuclear esté en el centro de la agenda de la cumbre y advierte que sin ello no hay levantamiento de sanciones posible.

Consultado acerca de si esa respuesta llegaría en la carta de Kim a Trump, Pompeo dijo no saber, aunque destacó que “hemos hecho progresos reales en las últimas 72 horas para establecer las condiciones” de la cumbre.