La avenida Massachusetts en Washignton se transformó en el hogar de la escultura dedicada al exembajador Orlando Letelier, asesinado por agentes de la dictadura militar chilena en suelo estadounidense, en 1976, junto a su secretaria, Ronni Moffitt.

La iniciativa, que fue develada el pasado domingo, fue gestionada por un asistente del fallecido senador republicano, Ted Kennedy, junto a la familia del difunto diplomático y de los Karpen Moffitt.

Según ha consignado el Washington Post, el busto del “héroe de la democracia”, fue encargado al escultuor Barry Johnston y, emplazado en las cercanías del lugar donde el automóvil en el que se transprotaba, fue hecho explotar por el agente de la DINA, Michael Townley, bajo órdenes de Manuel Contreras y el dictador Augusto Pinochet, según quedó consignado en documentos desclasificados por la CIA.

Al momento de su asesinato, Letelier se encontraba trabjanado en el Institute for Policy Studies, organización que celebró la inauguración del monumento en voz de su directora de economía global, Sarah Anderson.

“Se cierra un círculo aquí. Lo pone de vuelta en esta parte de Washington, donde el pertenece”, explicó la especialista, agregando que “Orlando y Ronni estaban en el lado correcto de la historia”.

Por su parte, el jefe del instituto, John Cavanagh, dijo que Letelier vivió para “luchar por la democracia, y, al final, esa democracia ganó”.

Asimismo, sostuvo que el diplomático “dio su vida en esa lucha por la democracia y los Derechos Humanos. Necesitamos estatuas que nos recuerden a nosotros, y a nuestros hijos, que podemos buscar inspiración en gente como esa”.

Sin embargo, otro de los actores relevantes en el desarrollo del homenaje, fue el embajador chileno, y amigo del asesinado diplomático, Juan Gabriel Valdés, quien esperaba entregar el busto antes de terminar su período como embajador el 11 de marzo próximo.