La Corte Suprema de Estados Unidos falló este lunes en favor de los policías que arrestaron a todos los participantes en una fiesta desenfrenada realizada en Washington hace 10 años, en una casa vacía sin el permiso del propietario.

La intervención policial rutinaria, ocurrida tras una queja de ruidos nocturnos, se convirtió en un caso con importantes implicaciones legales con respecto a la Cuarta Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege a los ciudadanos de registros, decomisos y arrestos abusivos.

La sentencia de este lunes fue firmada por siete de los nueve jueces del máximo Tribunal de Justicia; los dos últimos jueces aceptaron la decisión con algunas reservas.

Dieciséis de los 21 arrestados habían acudido a la Corte Federal diciendo que no sabían que habían ingresado ilegalmente a una propiedad privada.

Los policías habían sido condenados a pagarles un millón de dólares, incluyendo honorarios legales, una compensación que quedó cancelada este lunes.

Después de diez años de disputas legales, el Tribunal norteamericano de última instancia determinó que “un policía razonable, teniendo en cuenta todas las circunstancias legales en el momento de los arrestos, podría haber interpretado que la Ley permite las detenciones”.