La administración Trump anunció el jueves un plan para habilitar la explotación de petróleo en prácticamente todas las aguas costeras de Estados Unidos.

Funcionarios del departamento de Interior estadounidense dijeron que propusieron licitar 47 zonas de petróleo y gas, lo que significa un aumento dramático respecto a las realizadas en los ocho años de gobierno de Barack Obama.

El gobernador republicano de Florida, Rick Scott, fue uno los primeros críticos de esta iniciativa que forma parte de los planes del presidente Donald Trump en centralizar la atención en la energía. Para el gobernador, ese plan es una amenaza para los recursos naturales de su estado.

La decisión abarca el 90% de las aguas litorales estadounidenses y se aplicaría desde 2019 tras una moratoria de cinco años, dijo el secretario de recursos naturales Ryan Zinke en una conferencia telefónica.

La medida no fue bien recibida por congresistas de las zonas concernidas y fue rápidamente denunciada por organismos de defensa del ambiente.

“La expansión de plataformas offshore encuentra fuerte oposición de representantes de los dos partidos (republicano y demócrata) en localidades de litorales, así como de gobernadores de estados como Nueva Jersey, Carolina del Norte y del Sur, Virginia y Florida”, dijo Sierra Club; una de las principales organizaciones ambientalistas de Estados Unidos.

“Más que escuchar a quienes deben servir, Trump y Zinke escuchan a industriales que financiaron su campaña e integran su administración“, dijo Sierra Club.