Un juez militar decidió este viernes que el sargento estadounidense Bowe Bergdahl, quien abandonó su puesto en Afganistán y fue capturado por los insurgentes durante cinco años, no cumplirá pena de prisión tras un juicio con fuerte carga política.

El magistrado castrense, coronel Jeffery Nance, ordenó la baja deshonrosa de Bergdahl, de 31 años, quien fue degradado a soldado y a pagar una multa de 10.000 dólares, dijo el Pentágono.

Bergdahl, juzgado en Fort Bragg, Carolina del Norte, era pasible de ser condenado a cadena perpetua tras declararse culpable de los cargos de deserción y poner en riesgo a los compañeros de armas.

El fallo provocó la ira del presidente Donald Trump, quien durante la pasada campaña electoral había dicho que Bergdahl debía ser condenado a muerte por haber abandonado su puesto en una zona de guerra.

“La decisión sobre el Sargento Bergdahl es una completa y total deshonra a nuestro país y a nuestros Militares”, escribió Trump en un ‘tuit’ enviado desde el avión presidencial Air Force One en su viaje a Asia.

Tras ganar la presidencia, Trump había asegurado que revisaría este caso y tildó al sargento de “traidor sucio y podrido”.

Nance había dicho la semana pasada que los reiterados comentarios de Trump sobre el caso podían “mitigar” la sentencia.

Bergdahl fue capturado por los talibanes después de haber dejado su posición cerca de la frontera con Pakistán el 30 de junio de 2009. Estuvo cautivo durante cinco años hasta que el gobierno de Estados Unidos aceptó intercambiarlo por cinco talibanes detenidos en Guantánamo.

El caso inflamó las divisiones políticas sobre la guerra en Afganistán: mientras unos consideraron a Bergdahl una víctima del conflicto de 16 años, otros lo catalogaron de desertor cuyo accionar originó graves heridas a compañeros de armas que salieron en misión a buscarlo.