La ciudad universitaria de Gainesville, en el norte de Florida, amaneció blindada este jueves en anticipación de un evento del supremacista blanco Richard Spencer, cuyas arengas acabaron en contraprotestas y violentos enfrentamientos en agosto.

Los alrededores de la Universidad de Florida (UF), así como las calles que le dan acceso, están cerrados al tránsito y las clases en los recintos aledaños al Centro Philips, donde tendrá lugar el evento, fueron suspendidas.

También está prohibido portar -adentro y en las cercanías del local- una larga lista de artículos, entre los que figuran escudos, paraguas, botellas de agua y morrales.

En protesta a su llegada a la ciudad, de algunos edificios universitarios colgaban carteles que decían “Amor, no odio” y los pisos tenían escritos con tiza mensajes a favor de la diversidad.

Bajo la etiqueta #TogetherUF, líderes estudiantiles promovían en las redes sociales una “asamblea virtual” para mantener alejada a las contraprotestas del público que acuda a escuchar el mensaje de Spencer.

“Queremos quitarle atención a este controvertido orador y hacer titulares con las cosas increíbles que nuestro diverso cuerpo estudiantil hace”, dijo el estudiante Bijal Desai, uno de los organizadores.

Lecia Brooks, portavoz del Southern Poverty Law Center -SPLC, una ONG que monitoriza los grupos de odio en el país- consideró que Spencer “probablemente hable sobre su deseo de crear un Estado étnico blanco”.

“Él es uno de los líderes del movimiento nacionalista blanco y acuñó la expresión ‘alt-right’ (derecha alternativa), así que tiene mucha influencia”, dijo Brooks a la Agence Franec-Presse.

La organización que preside el supremacista de 39 años, el National Policy Institute, es catalogada como un grupo de odio por el SPLC.

Estado de emergencia

El lunes, el gobernador Rick Scott declaró el estado de emergencia en el condado de Alachua -donde está Gainesville, una localidad de 130.000 habitantes- por temor a que el evento se transforme en otro Charlottesville.

Spencer lideró las marchas de extremistas de ultraderecha y neonazis en esta ciudad en Virginia (noreste) a mediados de agosto. En medio de violentos enfrentamientos entre supremacistas y anti-fascistas, una manifestante murió.

“La amenaza de una potencial emergencia es inminente”, escribió el gobernador Scott en la orden ejecutiva que permitió desplegar fuerzas de seguridad de todo el estado.

El alguacil de Alachua, Sadie Darnell, había solicitado asistencia al gobernador para garantizar la seguridad en el área.

“El gobernador le dio demasiada atención al declarar un estado de emergencia anticipándose al evento. Es ridículo”, dijo Brooks, del SPLC, criticando la “sobre militarización” de la ciudad.

“Estamos alentando a los estudiantes de la Universidad de Florida a protestar lejos de la zona donde hablará Spencer”, añadió Brooks. “Además de la atención de la prensa, él quiere atraer contraprotestas para provocar a los manifestantes y crear un show mediático”.

La Universidad de Florida aceptó reticentemente alojar al orador de la “alt-right” en su campus en nombre de la “libertad de expresión”, pero asegura en su página web que Spencer no fue invitado a dar la charla.

El supremacista blanco de 39 años pagó más de 10.500 dólares por el local y la seguridad interna, según aclara la UF en su página web. Pero los costos de acordonar el recinto, que ascienden a 500.000 dólares, los debe pagar la universidad estatal.

La Unión de Estudiantes Negros de la UF urgió a los contramanifestantes a usar su juicio “en todas las acciones que tomen” a no caer en la provocación.

“Esta experiencia sólo nos unirá más y enfocará nuestras energías constructivamente para crear una mejor sociedad para las futuras generaciones”, añadió en un comunicado.

Según el SPLC, Spencer “aboga por una tierra aria para la supuestamente desposeída raza blanca y llama a una ‘limpieza étnica pacífica’ para detener la ‘deconstrucción’ de la cultura europea”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue muy criticado tras los disturbios de agosto en Charlottesville porque declaró que “ambos bandos” tenían responsabilidad en la violencia que se había desatado.