La policía informó este lunes que incautó explosivos y munición de la casa propiedad del hombre que disparó contra una multitud en Las Vegas, con un saldo actualizado de 59 muertos y 527 heridos.

El sheriff Joseph Lombardo indicó que la requisa en la residencia ubicada en Mesquite, al norte de Las Vegas, se hallaron “unas 18 armas de fuego adicionales, algunos explosivos y varias miles de cartuchos de munición, junto a algunos dispositivos electrónicos que están siendo evaluados”.

Al menos 59 murieron y más de 500 resultaron heridos en lo que se considera el tiroteo más mortífero en la historia de Estados Unidos.

Stephen Paddock, que según las fotografías divulgadas tenía bigote y barba canosa recortada, fue hallado muerto, posiblemente luego de suicidarse.

El hombre de 64 años que regularmente enviaba galletas a su anciana madre en Florida, según su hermano Eric Paddock, tenía una vida intrascendente en Mesquite, una pequeña ciudad de Nevada, a unos 130 kilómetros de Las Vegas, en una tranquila zona de retirados.

Las razones para el ataque se desconocen. El grupo yihadista Estado Islámico lo reivindicó pero las autoridades estadounidenses son escépticas.

La única certeza es que Stephen Paddock se preparó minuciosamente para generar la mayor cantidad de víctimas posibles.

Alquiló una suite de dos habitaciones en el piso 32 del hotel Mandalay Bay, para tener dos ángulos de tiro distintos.

En la habitación los agentes hallaron 16 armas de distintos calibres, la mayoría de ellas fusiles de asalto, aparentemente transportadas en más de 10 maletas.

Algunos rifles estaban equipados con miras telescópicas y su vehículo contenía nitrato de amonio, que puede ser usado para fabricar explosivos.