La presunta injerencia rusa en las elecciones norteamericanas de 2016 generó una “severa desconfianza” hacia Moscú, deploró este lunes el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson.

“La intromisión rusa en las elecciones fue sin duda un incidente grave. Hablamos de ese tema en la discusión que tuvimos con (el canciller ruso Sergei) Lavrov ayer”, dijo Tillerson en Manila, donde ambos asistieron a un foro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

“Traté de hacerle entender qué tan serio fue el incidente y qué tanto ha dañado la relación entre el pueblo norteamericano y el pueblo ruso, cómo ésto ha creado una severa desconfianza y la necesidad de hallar la forma de encararla”, agregó.

Rusia ha desmentido terminantemente los informes –respaldados por las agencias de inteligencia norteamericanas– que la acusan de haber intentado ejercer una influencia en los comicios a favor de Donald Trump.

Trump minimizó las alegaciones, pero la controversia condujo a la adopción de sanciones contra Moscú por el Congreso norteamericano.

En represalias, Moscú impuso a Estados Unidos el recorte para el 1º de septiembre de 755 efectivos de su representación diplomática en Rusia.

Estados Unidos contestará a más tardar en esa fecha al recorte de personal exigido por Moscú, aseguró Tillerson.

“Le dije al ministro de Exteriores que todavía no hemos tomado una decisión acerca de cómo responderemos a la solicitud rusa de recortar personal diplomático norteamericano”, dijo el secretario de Estado. “Le hice varias preguntas aclaratorias, para que nos describan en detalle el razonamiento diplomático detrás de la nota que hemos recibido, pero le dije que les contestaríamos para el 1º de septiembre”, agregó.