Estados Unidos eliminará a finales de 2017 el armamento químico que dejó en Panamá durante su presencia militar en ese país, en un proyecto avalado por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), informó este viernes una fuente oficial.
El Consejo Ejecutivo de la OPAQ “respaldó el plan presentado por la República de Panamá para la destrucción de las ocho municiones químicas abandonadas, ubicadas en la isla San José”, reveló la cancillería panameña en un comunicado.
Según la nota, la destrucción “se llevará a cabo en el último cuatrimestre del 2017” tras “un histórico acuerdo de cooperación” entre Panamá y Estados Unidos.
“El acuerdo bilateral incluye el financiamiento y la ejecución de la operación por parte del país norteamericano. Además, la operación está sujeta al monitoreo y verificación de la OPAQ”, añade.
En la isla panameña San José, el ejército estadounidense habría realizado pruebas con gas mostaza, fosfógeno y otros agentes nerviosos para su posible uso durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la guerra de Vietnam (1964-1975).
Estados Unidos mantuvo bases militares en Panamá desde que construyó el canal interoceánico, inaugurado en 1914, hasta su retirada el 31 de diciembre de 1999.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Isla San José, situada en el Golfo de Panamá, 80 kilómetros al sur del Canal, fue escenario de pruebas y experimentos militares por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.
El plan contempla la destrucción de ocho municiones químicas identificadas en 2002 durante una inspección técnica de la OPAQ a la isla, de 44 kilómetros cuadrados. La operación durará entre seis y ocho semanas y se realizará entre septiembre y noviembre.
La iniciativa permitió que Panamá saliera de la lista negra de la OPAQ, que abarca a 192 Estados firmantes de la Convención para la prohibición de armas químicas.
La retirada de ese armamento químico ha sido objeto de discusiones constantes entre los dos países, que ya habían acordado la limpieza para 2013, aunque no se ejecutó porque no fue presupuestada por Washington.
Posteriormente el gobierno panameño dijo que expertos estadounidenses en 2014 removerían de la isla seis bombas de entre 453 y 907 kilogramos, una operación de más de 2 millones de dólares, pero tampoco se realizó.
Organizaciones panameñas han dicho que Estados Unidos dejó una importante cantidad de armas en este país. Según algunos cálculos, hay más de 10 hectáreas en la ribera del canal de Panamá con armamento convencional sin detonar.