Las autoridades de Estados Unidos anunciaron el jueves la emisión de 12 órdenes de detención contra 12 agentes de seguridad del presidente turco, Recep Tayip Erdogan, sospechosos de haber agredido el mes pasado en Washington a manifestantes kurdos pacíficos.

Estos guardaespaldas y otros partidarios del mandatario turco fueron identificados en videos, precisó el jefe de policía de la capital estadounidense, Peter Newsham.

El oficial calificó la actitud de los agentes de “ataque brutal contra manifestantes pacíficos”, que se saldó con 12 personas heridas, entre ellas un policía.

Fueron acusados de estar implicados en los actos de violencia desarrollados en la noche del 16 de mayo ante la residencia del embajador de Turquía en Estados Unidos, hacia donde Erdogan se dirigió tras haber sido recibido en la Casa Blanca por su par estadounidense, Donald Trump.

“En Estados Unidos, y en particular en Washington, consideramos que la facultad de manifestar pacíficamente es un derecho sagrado”, declaró el jueves el jefe policial.

Armas de fuego

La policía de la capital ya había iniciado acciones judiciales contra al menos cuatro sospechosos de origen turco, dos de ellos estadounidenses y dos canadienses.

Según los testimonios y videos, agentes de seguridad turcos, vestidos en su mayoría con trajes oscuros, agredieron a los manifestantes, a los que llegaron a golpear en el suelo.

“La intervención de la Policía fue riesgosa, porque había personas con armas de fuego“, dijo en su momento Newsham.

Tras los hechos, el senador republicano John McCain reclamó la expulsión del embajador turco de territorio estadounidense.

Rechazo de Erdogan

Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan condenó las órdenes de detención emitidas contra 12 de sus guardias.

“Lucharemos política y judicialmente” contra esa decisión, declaró en un discurso pronunciado en Ankara, en el que acusó a la policía estadounidense de no haber hecho nada para frenar a los “terroristas” que manifestaban contra él.