Un tiroteo en un atiborrado club nocturno de Cincinnati, Ohio, en el norte de Estados Unidos, dejó un muerto y 14 heridos este domingo, en un incidente que la policía no relaciona con el terrorismo.

Cientos de personas se encontraban en el club Cameo cuando se produjo el tiroteo en la madrugada, llevando a muchas a huir de la escena, de acuerdo con las autoridades.

El tirador permanece prófugo, dijo el asistente asistente del jefe de policía de Cincinnati, Paul Neudigate.

No estaba claro, no obstante, cuántos tiradores participaron en el ataque. Las autoridades hablaron inicialmente de al menos dos, pero Neudigate luego dijo en Twitter que hay “reportes de un único tirador en este momento, aún investigamos sin hay otros involucrados”.

La capitana Kimberly Williams había hablado previamente a CNN de la existencia de al menos dos tiradores. “Estamos seguros de que había más de uno, pero en este punto no estamos seguros si fueron más de dos”, dijo.

Asimismo, Neudigate señaló que “el motivo del incidente aún no está claro pero no hay indicios de que esté relacionado con el terrorismo”.

¿Disputa?

Se cree que el tiroteo pudo haberse producido a raíz de una disputa “entre grupos específicos de individuos más temprano en la jornada, que escaló hasta la tragedia del club nocturno”, según un tuit del gobierno de Cincinnati.

El Departamento de Policía de la ciudad indicó que “hubo 15 víctimas de bala, una de ellas fallecida”.

El sargento Eric Franz describió en la cadena ABC una “escena de homicidio extensa y compleja” y dijo que la policía estaba interrogando a numerosos testigos.

La capitana Kimberly Williams señaló a CNN que “hemos tenido incidentes en el pasado, pero este es el peor por lejos”.

“Para el momento en que se produjeron los disparos, las personas corrieron hacia afuera (del local), por lo que no había muchas personas dentro del club. Creo que había una multitud más temprano en la noche, y que hubo mucho caos cuando comenzaron los disparos”, indicó.

El club Cameo refirió en su página de Facebook a la asistencia de “adultos sexys” de más de 21 años los sábados por la noche.

Cameo fue objeto de dos investigaciones por tiroteos en 2015, indicó el canal local WLWT.

El gobernador de Ohio, John Kasich, dijo que ofreció ayuda a las autoridades de Cincinnati.

“Uno ve cosas como esta y comienza a preguntarse a dónde es seguro ir”, dijo Kasich a CNN. “Ofrecí, por supuesto, toda la ayuda del estado que sea necesaria para, saben, esta nueva terrible tragedia en nuestro país”.

Largo historial

Pese a que la policía no ha encontrado evidencias de que el tiroteo tenga una motivación terrorista, el ataque evoca a la masacre el año pasado en un club gay de Orlando, Florida.

Ese tiroteo, que dejó 49 muertos y 68 heridos, fue el ataque terrorista más mortífero en Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El tirador, Omar Mateen, dio cuenta de su adhesión al grupo yihadista Estados Islámico (EI) en una llamada al 911 durante el ataque.

Los tiroteos son algo común en Estados Unidos, donde el derecho a portar armas está protegido por la Constitución.

Cincinnati, ciudad de unos 300.000 habitantes sobre la ribera del rio Ohio, registró 66 homicidios en 2016, todos menos nueve producto de la violencia con armas de fuego.

Este año hubo un aumento con 57 víctimas de tiroteos hasta el jueves de la semana pasada, comparado con 31 en el mismo lapso de 2016.

El sábado, un tiroteo en la célebre calle Las Vegas Strip dejó un muerto y un herido, mientras que el sospechoso atrincherado adentro de un ómnibus finalmente se entregó a las autoridades.

La policía dijo carecer de evidencias de un vínculo terrorista y que el sospechoso aparentemente tenía “problemas mentales” y que “definitivamente no estaba en sus cabales”.

El 6 de enero, un veterano de la guerra de Irak de 26 años abrió fuego en el aeropuerto de Fort Lauderdale, en Florida, con saldo de 5 muertos.

Otros incidentes más notorios en los últimos años incluyen la matanza perpetrada por Dylan Roof, un supremacista blanco de 21 años que ultimó a nueve personas durante una lectura de la Biblia en una emblemática iglesia afroestadounidense de Charleston, Carolina del Sur, el 17 de junio de 2015.

También la masacre en una escuela primaria de Newton, Connecticut, el 14 de diciembre de 2012, que se cobró la vida de 20 niños y seis adultos. El tirador, Adam Lanza, quien tenía un historial de enfermedad mental, también ultimó a su madre y se suicidó.

La tragedia disparó llamados para aplicar mayores controles legales a la tenencia de armas, pero los proyectos en ese sentido no prosperaron en el Congreso.