La Corte Suprema de Estados Unidos emitió el miércoles un fallo favorable a un condenado a muerte que había sido sentenciado en 1997 en un proceso en el que se lo consideró potencialmente más peligroso por tratarse de un negro.

Con una mayoría de seis votos contra dos, el máximo tribunal estimó que Duane Buck había “demostrado haber sido defendido de manera ineficaz” y que eso le daba el “derecho a reparación”, que podrían hacer valer por medio de una nueva apelación contra la sentencia.

Este emblemático asunto fue objeto de una audiencia solemne frente a la Corte Suprema a principios de octubre de 2016. Este caso planteó la cuestión de hasta qué punto el sistema judicial en Estados Unidos se ha visto mancillado por el racismo.

En Estados Unidos los negros son, en efecto, proporcionalmente más condenados que los blancos a la pena capital, particularmente en Texas, donde está detenido Buck.

Este hombre, de 53 años, mató en el verano de 1995 a su excompañera y al hombre que se encontraba con ella.

Durante su proceso, un psicólogo de nombre Walter Quijano afirmó que el acusado presentaba un riesgo más fuerte de reincidencia debido a que era afroamericano.