La publicación del portal BuzzFeed de un informe no verificado que aseguraba que Rusia tenía información secreta sobre Donald Trump generó una importante polémica en Estados Unidos, tanto a nivel político como periodístico.

El portal publicó el informe reconociendo que los datos que contenían no habían sido verificados por ninguna fuente, pese a las graves denuncias que aparecían en el documento, por ejemplo que Rusia tenía un video sexual de Trump con prostitutas.

The New York Times, opositor al republicano en la contienda electoral de 2016, criticó la publicación de este dossier, al que tuvieron acceso y decidieron no tomarlo en cuenta, porque no tenían como comprobar su contenido, aunque sí reveló la historia de este texto.

El informe señala que Rusia maneja información comprometedora de Trump, tras años de espionaje en torno al magnate inmobiliario y próximo presidente de Estados Unidos. El texto ha circulado por meses en medios de comunicación y algunos políticos, como el excandidato presidencial, John McCain, aunque nadie se había atrevido a hacerlo público.

El documento se habría filtrado debido a que un donante anónimo del Partido Republicano contrató a la empresa de investigación Fusion GPS para que indagara los puntos débiles de Trump.

Aunque el financiamiento del anónimo millonario terminó una vez que el neoyorquino ganó las primarias republicanas, la empresa de investigación siguió con su trabajo en torno al empresario, con la esperanza de vender su producto a seguidores de Hillary Clinton.

Al conocerse los supuestos ciberataques de Rusia a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las indagaciones de Fusion GPS se centraron en este país y su posible relación con el gobierno de Vladimir Putin.

Para este trabajo se contrató al espía británico Christopher Steele, quien alguna vez fue agente encubierto en Rusia, quien ha sido sindicado como el responsable del informe y quien ahora está desaparecido.

Pero Steele nunca realizó una investigación en terreno, sino que en realidad contrató a personas que ya estaban o vivían en Rusia, cuyas versiones utilizó para elaborar el polémico dossier.

Trump tuvo acceso a este documento hace una semana, tras reunirse con el jefe del FBI, James Comey, quien le comentó que ningún servicio de inteligencia ha comprobado lo que aparece en el supuesto dossier.

Tanto el presidente electo de Estados Unidos como elgobierno de Rusia han negado la veracidad de este dossier, incluso el norteamericano ha calificado de “falsas noticias” las publicaciones en torno a este informe.