Varios legisladores demócratas pidieron que el presidente Barack Obama publique los detalles de una investigación sobre la presunta interferencia rusa en la elección presidencial estadounidense, ante el temor de que el tema quede enterrado cuando Donald Trump asuma el poder, en enero.

El presidente electo ha rechazado en numerosas ocasiones la idea de que Moscú tuviera algo que ver con las filtraciones de correos electrónicos privados que dañaron a su contrincante en la carrera presidencial, Hillary Clinton, y presuntamente ayudaron a su victoria.

Los legisladores dijeron que no refutan el resultado de la elección
, pero quieren que se haga público lo que creen que fue un intento de un rival extranjero de erosionar los pilares de la democracia estadounidense.

“Al erosionar la confianza de los estadounidenses y los extranjeros en las instituciones de Estados Unidos, Rusia debilita a nuestro país y siembra inestabilidad e incertidumbre global“, señalaron los líderes demócratas de la Cámara de Representantes en una carta enviada el martes a Obama.

Funcionarios de la inteligencia estadounidense anunciaron el 7 de octubre que “el gobierno ruso dirigió las recientes filtraciones de correos de individuos e instituciones estadounidenses, incluidos los de organizaciones políticas de Estados Unidos”.

“Estos robos y divulgaciones pretenden interferir en el proceso electoral”, indicaron en un comunicado el Departamento de Seguridad Interior y la Oficina del Director de la Inteligencia Nacional.

El comunicado hacía referencia a la filtración por WikiLeaks y otros sitios de e-mails robados de las cuentas del asistente de Clinton John Podesta y del Comité Nacional Demócrata, que pusieron en evidencia tanto al partido como a su candidata a la Casa Blanca.

Susan Hennessey, una exabogada de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y experta en ciberseguridad de la Brookings Institution, dijo que había motivos sólidos para la preocupación, y que no era mero politiqueo por parte de unos perdedores resentidos.

“Fue una elección muy ajustada, y fue un acontecimiento significativo. Por eso es importante tener una respuesta realmente seria”, dijo Hennessey a la AFP.

Trump dice que Rusia no está detrás

Los legisladores demócratas, que ya fueron informados en privado por agentes de inteligencia, sugieren que hay algo más que el pirateo informático y que se tienen que hacer públicos esos hechos.

En un gesto poco frecuente, el senador Ron Wyden y otros seis demócratas del Comité de Inteligencia del Senado exhortaron a Obama en una carta del 29 de noviembre para que revelara más sobre este tema.

“Creemos que hay más información relativa al gobierno ruso y la elección estadounidense que debería ser desclasificada y divulgada al público”, escribieron.

No se indicaba si se referían específicamente a los e-mails pirateados o también a las relaciones empresariales de Trump con Rusia.

La filtración de los correos claramente tuvo un impacto. Unas comunicaciones internas del Comité Nacional Demócrata (DNC) publicadas justo antes de la convención del partido forzaron la dimisión de la presidente del DNC, Debbie Wasserman Schultz.

También sacaron a la luz detalles de los discursos pagados de Clinton en Wall Street, algo que la campaña había intentado mantener en secreto.

Eso generó acusaciones de que Moscú estaba ayudando a Trump, quien tiene intereses empresariales en Rusia y una visión menos crítica sobre el presidente ruso, Vladimir Putin, de la que tienen Obama y Clinton.

A pesar de las conclusiones de la inteligencia estadounidense, Trump ha rechazado la idea de que Moscú estuviera detrás de las filtraciones.

“Podría ser Rusia, pero también podría ser China. Podrían ser otras muchas personas (…) No se sabe quién interfirió en el DNC”, dijo Trump en un debate presidencial en septiembre.

El miércoles, cuando se le preguntó en una entrevista con la revista Time si la inteligencia estaba politizada, Trump respondió: “Creo que sí”.

Promesa de audiencias

La Casa Blanca aún tiene que responder a las peticiones, y los republicanos en el Congreso se muestran reacios a ello por los daños que podría causar a la presidencia de Trump incluso antes de que comience.

Pero tras los comentarios de Trump del miércoles, la senadora republicana Lindsay Graham anunció que mantendrá audiencias sobre esta cuestión el año que viene.

Hennessey dijo que los temores de una interferencia política de Rusia no solo conciernen a Estados Unidos, y señaló la publicación por WikiLeaks la semana pasada de documentos de la agencia de inteligencia alemana que dejaron en evidencia a la canciller Angela Merkel justo antes de que empiece su campaña para las elecciones de 2017.

Ahora que Hillary Clinton fue derrotada, queda claro que hay una relación entre WikiLeaks y el gobierno ruso“, dijo Hennessey.