Donald Trump anunció a días de ganar las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que en los primeros meses de su gobierno deportará a 3 millones de inmigrantes ilegales.

El anuncio del magnate inmobiliario se relaciona con lo dicho durante su campaña presidencial, donde una de sus principales banderas de lucha fue la expulsión de todos los indocumentados (según él 11 millones), aunque recalcaba que comenzará con los que tengan antecedentes penales.

“Lo que estamos haciendo es tomar a los criminales y a quienes tengan antecedentes criminales, pandilleros, traficantes de drogas (…) probablemente dos millones, incluso tres millones; los vamos a sacar del país o los vamos a encarcelar”, dijo el domingo el mandatario electo.

Pero tras el anuncio de Trump, la pregunta de muchos fue la siguiente: ¿Hay tres millones de inmigrantes ilegales con antecedentes penales en Estados Unidos?

Bueno, la respuesta es claramente no y la cifra con mucha suerte puede llegar a los 300 mil.

De acuerdo a The New York Times, en Estados Unidos hay 183.000 inmigrantes ilegales procesados por algún crimen y que deberían ser deportados.

Incluso, el mismo presidente electo había entregado esa cifra durante la convención republicana en julio pasado, donde también prometió la expulsión de más de 180 mil indocumentados.

La única forma en que la cifra de 3 millones y la de 180 mil se acerquen, es que Trump también considere deportar a los inmigrantes legales con antecedentes penales, pues ahí el número llegaría a los 1.925.000 de extranjeros que han cometido un delito y están en libertad en Estados Unidos.

Según cita diario El Mundo de España, el Migration Policy Institute estima que los inmigrantes ilegales que han cometido delitos en Estados Unidos supera los 800 mil, número que también está lejos de la anunciada por el próximo presidente norteamericano.

Igualmente, Trump se encontrará con “trabajo adelantado” pues se estima que en la administración Obama se han deportado 2,8 millones de inmigrantes ilegales, la mayor cantidad de expulsiones en la historia de la unión americana.