El presidente Barack Obama advirtió este viernes que “la democracia misma está en juego” en las elecciones generales del 8 de noviembre, un dardo lanzado a Donald Trump, quien lucha contra acusaciones de conducta sexual inapropiada.

Mientras el candidato republicano se debate en una espiral de polémicas, a menos de un mes de las elecciones en Estados Unidos, la candidata demócrata Hillary Clinton apuesta por la discreción, dejando por unos días a sus poderosos aliados como el presidente estadounidense dirigir la artillería contra el millonario.

La buena educación está en juego en las urnas. La tolerancia está en juego. La cortesía está en juego. La igualdad está en juego“, dijo Obama en un acto en apoyo a Clinton en Cleveland, en el estado clave de Ohio.

“Todo el avance que logramos en los últimos ocho años está en juego”, dijo y agregó: “la democracia misma está en juego en las urnas”.

Trump “amenaza con encarcelar opositores políticos o silenciar a los medios. Saluda la injerencia de Rusia en nuestro proceso electoral, y ahora sugiere que si la elección no se desarrolla como él espera, no será por las cosas que ha dicho sino porque está arreglada y es un fraude”, subrayó Obama.

“Algunas naciones operan de esa manera, son las tiranías que practican la opresión”, apuntó, acusando al millonario de “tóxico” y “no apto” para liderar el país.

El mandatario también se burló de las “excusas” que Trump buscaba para explicar su descenso en los sondeos. “Siempre me parece interesante ver a personas que se hacen los duros con palabras, pero no con actos”, dijo.

“No tiene el temperamento, el conocimiento (…) O la honestidad básica que un presidente debe tener. Y eso era verdad antes de que escucháramos sus comentarios sobre cómo trata a las mujeres”, dijo.

Nuevas acusaciones

Donald Trump continúa su furiosa campaña para replicar un diluvio de acusaciones de acoso o agresión sexual presentadas por numerosas mujeres desde el pasado fin de semana, como efecto de un video de 2005 en el que candidato republicano hacía comentarios lascivos sobre las mujeres.

El viernes otras dos mujeres se unieron al pelotón de acusación.

Kristin Anderson declaró al Washington Post que a inicios de los años 90, en un club de Nueva York, Trump había tocado su vagina, metiendo su mano debajo de su falda. El magnate niega los hechos, según una portavoz.

Y en Los Angeles, Summer Zervos, declaró a la prensa que Trump la besó a la fuerza en un hotel hace una década cuando era una participante de “El Aprendiz”, el programa de telerrealidad que cementó la fama del magnate.

“No tengo ni idea quienes son estas personas”, reiteró Trump el viernes en un rally en Carolina del Norte, tachando las acusaciones como “mentiras presentadas por los medios y la campaña de Clinton”.

“Antes del final del día, las pruebas serán publicadas para desafiar estas acusaciones”, prometió Mike Pence, el compañero de fórmula de Trump, en entrevista con el canal CBS.

El millonario amenazó con demandar al diario The New York Times, que publicó los testimonios de dos mujeres que lo acusan de embestidas y agresiones de índole sexual.