Algunos “comportamientos y prácticas habituales” de la Policía de Baltimore, donde un hombre afroamericano desarmado fue mortalmente herido el año pasado mientras estaba detenido, pueden ser consideradas ilegales, según un informe del Departamento de Justicia estadounidense.

En su informe de 164 páginas sobre posibles violaciones de los derechos civiles en Baltimore difundido el miércoles, el Departamento “concluye que es razonable pensar que (la Policía de Baltimore) tiene comportamientos y prácticas habituales que infringen la Constitución federal”.

Entre esos comportamientos, cita “detenciones callejeras, requisas y arrestos anticonstitucionales“, e incluso “la puesta en vigor de estrategias de mantenimiento del orden que implican disparidades graves e injustificadas en las tasas de registros y arrestos de afroamericanos”.

El informe denuncia asimismo un “uso excesivo de la fuerza” y de las “represalias hacia las personas que ejercen (un derecho) de expresión protegido por la Constitución”.

Además, los investigadores del Departamento de Justicia expresaron sus “preocupaciones” por el traslado de personas y las investigaciones sobre agresiones sexuales.

Esas “fallas” en la Policía de Baltimore se deben, según el informe, a una “deficiencia de las políticas, de la formación, de la supervisión y de la atribución de responsabilidades“, así como a las “estrategias de mantenimiento del orden que no integran eficazmente a la comunidad a la que sirve la Policía (municipal)”.

Freddie Gray, un afroamericano de 25 años, sufrió una severa lesión en la columna vertebral cuando era trasladado, con las manos y pies atados, en un furgón policial tras su detención el 12 de abril de 2105 cuando intentaba huir de la Policía. Murió una semana después. La Policía sostuvo en aquel momento que su muerte fue un accidente.